Lucha conmigo

Capítulo 17

El viernes ha llegado.

¡Qué ganas! Hoy hay fiesta.

Estaba retocándome la coleta que me acaba de hacer cuando de repente escuché vibrar mi teléfono.

Veamos quién es...

Oh, no.

Mierda.

Era un número desconocido sin foto de perfil. Sin pistas y yo solo me podía oler lo peor. Y lo confirme al leer el mensaje escrito.

—Ey, hola. ¿Qué tal?

¿Pero que le pasaba a la personita esta conmigo?

—Hola, ¿quién eres? —intenté mostrarme tranquila.

—Soy Rubén, no te lo había dicho antes, perdón. Me he cambiado de móvil y me he guardado tu número.

Rubén, el verdadero Rubén, sí que se había cambiado de móvil y yo ya tenía su número actual.

El intruso sabía ese dato.

—Ah, está bien.

—¿Por qué me bloqueaste?

¿Porque eres un impostor quizá?

—Le di a la opción sin querer y se me olvidó desbloquearte después.

La mentira del año.

Pues sí que era buena mintiendo.

—En fin, espero verte en la fiesta. Y así nos vemos fuera de jiu jitsu, ya que no te apetece quedar.

Con el Rubén verdadero es con quien me apetece quedar. No contigo.

Vale, también sabía lo de la fiesta.

Y he de decir, que sabe imitar de pena. La personalidad que tiene...esta persona, no es la misma que la de Rubén. Él no es tan seco, sino más cariñoso.

—Seguro que nos vemos —finalicé la conversación.

Sandra, recuerda jugar con ventaja, tienes que actuar como si fuera normal y ya lo pillarás.

                              **

—¿Tía, qué quiere ese de tí?— preguntaba Aitana de camino a la fiesta.

—Ni idea —me encogí de hombros.

—El impostor, como tú lo llamas, empezó a escribirte cuando conociste a Rubén —dijo Paula.

—Y se hace pasar por él —añadió
Aitana.

Miré al cielo resoplando.

Hacía una noche perfecta con la temperatura perfecta. Corría un aire suave que al rozarte, te sentías bien.

Bajé lentamente la cabeza.

—De acuerdo, investigadoras. ¿Hasta dónde queréis llegar?

—Estamos ayudándote a descubrir quién es el impostor ese —dijo Paula.

—Volvamos a lo de antes —interrumpió Aitana—. Si conoce la mayoría de cosas que hace, tiene que ser alguien que lo conozca y sea de su entorno.

—Es verdad. Pero tampoco es alguien cercano a él porque no sabe cada paso que da —completó Paula.

—Eso es cierto. También, se precipita y no piensa antes de actuar, me refiero a antes de mandar un mensaje o en la forma de escribirlo —dije.

—En fin, tampoco conoces a las personas de su entorno. A no ser que sea algún familiar o algún amigo que...