Aquella mañana fuimos a nadar a las piscinas municipales mis dos amigas y yo, tal y como solíamos hacer siempre en verano. Así que al salir del agua nos secamos con las toallas y nos tumbamos en las hamacas que ofrece el centro polideportivo. Nos pusimos a charlar sobre nuestras cosas y a contar anécdotas que nos pasó estos cursos anteriores.
-Oye, yo hecho de menos ir a baile - dijo Aitana-¡Nos podríamos apuntar este curso que viene!
-Me parece bien -. Comentó Paula.
Aitana y Paula iban a clases de baile pero solo fueron 1 año ya que la escuela cerró y no pudieron seguir yendo.
-No es mala idea, también podemos mirar otros deportes si queréis... - dije por no quedarme callada.
Si digo la verdad, a mi no me entusiasmaba mucho el rollo baile, pero a ellas sí. Yo quería quemar energía y hacer algún deporte típico, pero ellas querían algo más artístico.
-Sí, ¿pero cuál? -dijo Paula. anteponiéndose a mi idea.
-Pues no sé -solté sin tener idea-. Aquí en el poli dan clases de tenis y de natación.
Yo iba a natación desde los dos años hasta los diez por el COVID-19. Y ahora mismo tengo 14 años. La verdad es que a mi me encanta nadar y estos 8 años de natación siempre he ido con mi amigo Pablo, también han pasado varias amigas, ente ellas Aitana que se cansó y duró 6 años, si no me equivoco. Luego estaba el tenis, a parte de que me gusta mucho, mi abuelo también practicaba de joven, lo que me daba más ganas de realizar ese deporte.
-Puff, yo natación no repito eh -dijo Aitana en un tono de cansancio.
-Bueno, habrá que proponer deportes para irnos apuntando antes de que sea tarde...
-Yo conozco una academia de baile que bailan súper bien. Pero ya lo miraremos, tranquila, Sandra.
Y de este modo Aitana finalizó la conversación. Más tarde nos fuimos a los vestuarios a ducharnos y a cantar las tres a coro si no había nadie por allí como hacíamos siempre. Si entraba alguien parábamos en seco de cantar y nos reíamos silenciosamente.
Pero nada más comentar lo de hacer alguna actividad este curso, mi mente no paraba de pensar ideas. Porque cuando me metes algo en la mente, no me lo sacas hasta que no lo consigo.
Soy muy maniática y ordenada con respecto la organización...
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Lucha conmigo
Teen FictionCuando Sandra se apunta a artes marciales con sus dos amigas conoce a Rubén, un joven de sonrisa encantadora. Los sentimientos de ella florecen cada vez que lo ve y está cerca de él. Un día, Lucas, un nuevo alumno entra a clase. Al hablar con Sandra...