El timbre sonó.
Los chicos ya habían llegado.
Después de un largo esfuerzo, entre las tres habíamos conseguido decorar la planta baja, distribuir la comida y bebida, elegir la música y por último, prepararnos para la fiesta.
-¡Voy yo a abrir! -grité para que las chicas me oyeran desde el piso de arriba.
Me dirigí a la puerta peinando y acariciando mi pelo con una mano.
Giré el pomo de esta y los tres chicos aparecieron en el umbral de la puerta.Lucas llevaba unos vaqueros negros cortos desgarrados y una camiseta azul marino.
Matt vestía unos vaqueros cargo cortos con una camiseta blanca.
Iván llevaba vaqueros blancos con una camiseta negra.-¡Qué guapos! -dije, mirándolos a cada uno.
Los tres esbozaron una sonrisilla.
Unos pasos bajando las escaleras se escucharon desde la entrada y miramos hacia allí.
Paula y Aitana bajaban del piso de arriba.
-Hola, hola -dijo Aitana, alegre. Paula a sus espaldas la seguía sonriendo.
Ambas se pusieron a cada lado mío apoyándose de mis hombros.
-Me parece que vosotras habéis ganado el concurso de belleza -dijo Iván.
-Tienes toda la razón -dijo Lucas, deteniendo su mirada en mí.
Sentí algo de nerviosismo en mi interior y todos empezamos a reír.
Las chicas íbamos con vestido: yo con uno negro, Aitana con uno beige y Paula con uno azul.
Les dejamos paso para que entrasen.
-¿Estamos todos? -preguntó Matt, mirando por toda la planta, una vez ya dentro de la casa.
-Rubén al final no viene. Así que sí, estamos todos -dije yo, algo incómoda.
Silencio.
-¿Y eso? -preguntó Lucas.
-Asuntos familiares -me encogí de hombros.
Lucas asintió lentamente.
Levanté la mirada hacia él, ya que la tenía perdida en el suelo.
De repente solo estábamos él y yo, los demás se habían marchado al salón, concretamente a los sofás.Me miraba a los ojos intentando descifrar lo que estaba pensando. Pero su mirada reflejaba algo que no conseguía averiguar.
-No te preocupes, yo me aseguraré de que te lo pases en grande -dijo restándole importancia.
Eso es lo que me gusta de Lucas.
Hace que una nube gris y triste sea una nube colorida y alegre.
Me pasó un brazo por los hombros y con un gesto de cabeza me cuestionó si ir hacia donde estaban los demás.
Asentí con la cabeza y sonreí.Nos fuimos hacia allí y nos sentamos los dos en un sofá que quedaba libre.
Alrededor de los sofás había una mesa con comida y refrescos.
-Y bueno, ¿qué hacemos? -preguntó Lucas.
-¿Jugamos a Mario Kart? Mis tíos tienen el videojuego -dijo Paula.
-De una -dijo Aitana.
-Guay -añadió Matt.
-Me parece bien -dije yo.
-Lo que queráis -dijo Iván e hizo una pausa hasta decir:-. Por alguna casualidad, ¿tienes Fortnite?
Todos estallamos a carcajadas.
ESTÁS LEYENDO
Lucha conmigo
Teen FictionCuando Sandra se apunta a artes marciales con sus dos amigas conoce a Rubén, un joven de sonrisa encantadora. Los sentimientos de ella florecen cada vez que lo ve y está cerca de él. Un día, Lucas, un nuevo alumno entra a clase. Al hablar con Sandra...