Aitana, Paula y yo estábamos sentadas en un banco de la estación de autobuses.
A nuestro alrededor, nuestros compañeros de jiu jitsu también esperaban al autobús.Así es, hoy era el primer día de campamento y estábamos esperando a que nos recogieran.
Aburrida, revisé mis contactos en busca de alguna novedad. Mis ojos recorrieron la pantalla hasta encontrarse con un contacto en específico. Hacía mucho tiempo que no recibía mensajes del "falso Rubén".
Ojalá seguir así.Hablando de Rubén, ¿dónde está?
-Tías -les dije a mis amigas con voz ronca del madrugón-, ¿habéis visto a Rubén?
Las dos se encogieron de hombros y giraron sus cabezas mirando a su alrededor.
-Está ahí con la choni esa...¿cómo se llamaba? -cuestionó Paula.
-Lara -le dijo Aitana, poniendo los ojos en blanco.
-¿En serio? -solté un bufido y miré a mi alrededor.
A unos cuantos metros estaba Rubén con su mochila, la mirada perdida mientras Lara le contaba alguna movida suya. No paraba de tocarle y apoyarse en él.
Puaj.
***
El autobús llegó con un poco de retraso al final.
Pero ya íbamos de camino al campamento.
Rubén, a mi lado, miraba por la ventanilla (había sido costoso deshacerse de Lara. Demasiado). Atrás de nosotros iban Aitana y Paula y detrás de ellas Matt y Lucas.
Extraí los auriculares de mi mochila y me los puse. Busqué mi playlist en Spotify y le di a reproducir.
Al rato de estar escuchando música, relajada con la cabeza apoyada en el respaldo del asiento, sentí la mano de Rubén posarse en mi muslo.
Giré la cabeza y vi que Rubén me estaba mirando con ojos de sueño.
Me quité el auricular izquierdo instintivamente -a lo mejor me quería decir algo-.
-¿Estás bien? -me preguntó.
Estaba tan mono con esa cara de sueño.
-Sí, ¿tú? -respondí.
Asintió con la cabeza.
Llevé mi mano al auricular para devolverlo a la oreja cuando oí toser a Rubén.
Lo miré.
-Una cosa, em...sobre lo nuestro... -empezó.
-¿Sí? -dije, nerviosa.
El beso con Lucas pasó por mi mente y me puse aún más nerviosa. En ese momento solo podía culparme por ello.
Mierda, ¿qué había hecho?
-...y pues eso, ¿te parece bien?...¿Sandra? ¿Hola? -Rubén sacudió la mano que estaba en mi muslo en mi cara para que despertara de mi pesadilla de pensamientos enredados.
-Perdón, ¿qué has dicho?
-Pues que, bueno, he estado esperando este momento para pedírtelo...¿quieres ser mi novia?
Silencio.
Supongo que una persona normal respondería con una respuesta afirmativa ahora mismo sin pensárselo, pero yo me quedé inmovilizada.
Rubén enarcó una ceja.
Mierda, mierda, mierda.
-Claro -escupí sin comerme la cabeza más veces.
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Lucha conmigo
JugendliteraturCuando Sandra se apunta a artes marciales con sus dos amigas conoce a Rubén, un joven de sonrisa encantadora. Los sentimientos de ella florecen cada vez que lo ve y está cerca de él. Un día, Lucas, un nuevo alumno entra a clase. Al hablar con Sandra...