Mis ojos se abrieron cuidadosamente.
Al principio, veía todo borroso.
Solo conseguía distinguir un techo blanco, algún que otro póster en una pared y una persona rubia a mi lado.Mi vista se puso nítida y vi que Lucas estaba junto a mí con su mano agarrada a la mía.
–¿Lucas?¿Dónde estoy? –me incorporé despacio en la cama sobre la que estaba.
–Estás en mi casa –dijo–. Los policías me dijeron que tenías que descansar y permanecer dormida hasta que te levantases. Así que te trajeron en el coche patrulla a mi casa.
Pasé una mano por mi cara intentando recordarlo todo.
–Lo último que recuerdo que pasó fue el momento en el que viniste hacia a mí en ese callejón. Y esos policías.
–Los cuales arrestaron a esos dos hombres.
–¿A Víctor y Ryan?
Asintió con la cabeza.
–Siento mucho lo que pasó, no debería haberme ido. Soy idiota –dijo cabizbajo, a la vez que movía frenéticamente su pierna de arriba a abajo.
–Shhhh, no fue culpa tuya. No sabías que iba a pasar...eso –dije.
–En cuanto volví del cine vi que no estabas en la calle, pero después oí ruidos en el callejón y decidí llamar a la policía.
–Gracias, si no hubiera sido por ti no tendría ni idea de en lo que estaría involucrada ahora mismo.
–Debí hacerlo, no pudiera haberme quedado de brazos cruzados –hizo una pausa–. Te agradecería si me contarás lo que pasó. Es muy confuso –acarició mi mano con su pulgar.
–Está bien. Resulta que últimamente me han estado llegando mensajes de un número desconocido. Algunos eran algo amenazantes. No sabía quien estaba detrás de todo eso pero estaba acabando conmigo. Hasta que hace un rato descubrí que el emisor de esos mensajes era Víctor –tomé aire–...el padre de Rubén.
–¿El padre de Rubén? Wow, no me esperaba eso.
–Yo tampoco, pero era muy evidente. Casi siempre que lo veía no me miraba de buena forma.
–Vaya –dijo con asombro.
–Su compañero, Ryan, me arrastró por la boca del callejón hasta entregarme a Víctor. Básicamente me dijo que estaba contigo demasiado tiempo y que no le prestaba tiempo a Rubén. Que le estaba haciendo daño a su hijo.
–Pero si él te puso los cuernos, ¿verdad?
–¡Claro! Eso le dije. Pero él me respondió resumidamente con que Rubén necesitaba un cambio de aires y no estar bajo un compromiso tonto, así que le introdujo la idea de experimentar algo nuevo, liándose con Lara.
–¡Qué fuerte!
–Y ahora que me doy cuenta, Lara le puso los cuernos a Nick, si no hubieran roto otra vez, claro.
–¿Quién es Nick? –preguntó, curioso.
–Su supuesto novio.
–Pues que mal. ¿Acaso se han puesto de acuerdo en cuernear a sus parejas?
–Se ve que sí.
Estaba cansada.
Todo había pasado muy rápido en tan poco tiempo que aún me faltaban cosas por cuadrar.Como el moratón que llevaba ese día Rubén en jiu jitsu.
Me dijo que había sido en una pelea del instituto.
Aunque viendo que su padre demuestra ser agresivo e impulsivo no me extrañaría que hubiera sido él quien le hubiera hecho daño a Rubén.
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Lucha conmigo
Teen FictionCuando Sandra se apunta a artes marciales con sus dos amigas conoce a Rubén, un joven de sonrisa encantadora. Los sentimientos de ella florecen cada vez que lo ve y está cerca de él. Un día, Lucas, un nuevo alumno entra a clase. Al hablar con Sandra...