Capítulo 18

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Mi cabeza estaba como un tren de pensamientos y...

¿Estoy soñando o la puerta se está abriendo?

No quise girar la cabeza.

Seguramente sea Rubén viniendo a consolarme...

-Sandra, ¿estás bien? -una mano se posó en mi hombro.

Espera, ¿ese era Lucas?

Yo me giré al instante al notar su voz y el de mientras se sentó al lado mío en la tumbona.

-No lo sé -murmuré.

La suaves ondas de la piscina era lo único que conseguía relajarme y despejar un poco mi mente.

-Oye, yo lo... -intenté decir.

-No lo sientas. Es tu decisión, tu decides -me pasó un brazo por los hombros.

-Gracias, espero que lo entiendas y no te haya molestado.

-Tranquila, sé que tú y ese chico, o sea, Rubén, os queréis mucho y no quiero ser un romperelaciones.

Oh, ya estábamos con lo de las relaciones.

-En realidad, no somos novios, pero...

-Como si lo fuerais, ¿no?

Al final de unos segundos, asentí con la cabeza.

De acuerdo, él tenía razón.

-Ahora que me acuerdo, vais juntos en la exhibición esa que haremos dentro de unos pocos meses.

-Cierto.

-¿Y estás contenta?

-A ver, claro.

-¿Pero...?

-No hay peros.

-Los dos sabemos que hay un pero.

-No, y además, cuando te conocí, hace sólo unos días, eras más tímido. Te has vuelto muy preguntón.

El río entre dientes mientras yo observaba su sonrisa tímida.
No vamos a negar que Lucas no es guapo.

-Supongo, que te gusta más esta versión.

-Pues si sigues así de pesado con lo de antes, no -reía tímidamente.

-Pero...

-¡Lucas!

-Vale, vale...pero te hubiese gustado ir más conmigo -dijo aquello último con cierta rapidez para que no le interrumpiesa.

Wow, wow, wow. Quieto.

¿Qué acababa de decir?

De repente, me quedé con los ojos muy abiertos y a continuación enarqué una ceja.

Hombre, considerémoslo. Si me hubiese tocado con él tampoco me quejaría.

-¿Es eso? -dijo riéndose.

-¿¡Cómo va a ser eso!?

Vi que su sonrisa desaparecía poco a poco.

-O sea, es decir, no me desagradaría ir contigo. Me caes bien y eres majo.

Su sonrisa volvía a su cara.

-En resumen, querías ir conmigo.

-Lucas, de verdad, ¿no me escuchas o qué?

Uy, mi fiera iba a salir.

Pero en parte me estaba divirtiendo porque estábamos de broma.
Bueno, no tanto. A mí por lo menos, sí que me hubiese gustado ir con él. Aunque me gustase mi pareja asignada.

Lucha conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora