El Motorsport en cualquiera de sus categorías ha sido parte de la familia Winter desde que Mathew Winter era un pequeño niño de 5 años, la velocidad corría por las venas de este pequeño que tiempo después se volvería una leyenda y un exponente muy importante para su país al ser campeón del mundo en su categoría, un título que obtuvo 3 veces consecutivas antes de su retiro de las pistas.
La vida en familia de Mathew comenzó muy joven, a sus 22 años ya había contraído matrimonio con Isabella Gray una cantante británica dos años menor, el matrimonio trajo consigo oportunidades importantes para cada uno.
Su primogénito Elián Winter llegaría a sus vidas tan solo unos meses después de haberse casado, pero para sorpresa de muchos Elián venía acompañado por Ezra quien llegó al mundo tan solo 15 minutos después que su hermano; la familia solo se hizo más grande con Ethan quien nació un año después.
Isabella había tenido complicaciones con su último embarazo y la recomendación fue no tener más hijos, no querían arriesgar su vida y para su seguridad se le sometió a una cirugía.
Las cosas siguieron su curso, Mathew comenzaba una nueva temporada e Isabella tendría la presentación más importante de su vida en el Caesars Palace Colosseum de Las Vegas, todo marchaba bien hasta que, contra todo pronóstico se dio a conocer que la familia Winter tendría un nuevo integrante después de 3 años.
Noviembre 18 de 2001, Monte-Carlo, Mónaco, Elizabeth Winter llegó al mundo a las 12:10 p.m., Isabella permanecía en la camilla recuperándose después de haber dado a luz; mientras Mathew y sus hijos esperaban pacientemente el cunero que transportaba a la más pequeña de la familia, una foto familiar improvisada fue tomada dentro de aquella habitación, algo sencillo y natural.
Noviembre 18 de 2001, 9:02 p.m., Monte-Carlo, Mónaco, Isabella Gray abandonaba el plano terrenal a sus 24 años, el último suspiro abandonó su cuerpo no había nada más que hacer.
[...]
Enero 27, 2015 Toronto, Canadá.El movimiento del bolígrafo se sincroniza con el de sus piernas, el sonido que producía hacía eco por todo el lugar, era la única persona en aquella sala de hospital, durante dos horas no había hecho nada más que esperar.
El nerviosismo que sintió en cuanto vio a Martha de pie frente al auto familiar no podía explicarse; las cosas no podían ir bien, millones de pensamientos se apoderaron de su ser, los nombres de sus hermanos llegaron a ella, pero rápidamente deshecho la idea al ver fijamente a Martha.
Hace días que su padre había sido ingresado de emergencia por neumonía, durante todo ese tiempo su salud no hacía más que empeorar por lo que ahora estaba en la unidad de cuidados intensivos, los médicos no tenían buenos pronósticos para Mathew así que habían solicitado que su familia se despidiera y se sentara a esperar lo inevitable.
Elizabeth, sentía como su ritmo cardíaco aumentaba cada vez que miraba la puerta esperando ver a sus hermanos entrar, pero eso no sucedió.
[...]
El sol resplandecía afuera, pero dentro de aquel edificio el frío recorría la espina dorsal de cada persona que se encontrará ahí, la tristeza era palpable en el ambiente, pero aún con ello no había una sola lágrima.
La mirada de Elizabeth estaba perdida en algún punto del salón, rodeada de personas que conocieron y estimaban a su padre, sus hermanos habían desaparecido entre el mar de gente recibiendo condolencias a cada paso que daban.
- Lo siento - la voz masculina la sacó de su trance, pero no volteo, simplemente continúo escuchando con la mirada al frente - debió ser difícil estar sola en ese momento.
ESTÁS LEYENDO
Predestinado || Charles Leclerc
FanfictionEntonces sus ojos coincidieron después de años y el mundo se detuvo.