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Charles se alejo como si hubiese activado el DRS en una recta, Elizabeth trataba de no reír por la cara de pánico del monegasco quien había perdido el color en su piel.

- Tío Nano - Elizabeth le sonrió al español qué esperaba una respuesta a su pregunta anterior - ¿dijiste sopa de tomate?

Elizabeth logró que Fernando se enfocara en ella, el español le sonrió a la menor, en el mundo de F1 Mathew Winter no solo era admirado y recordado por ser tricampeon del mundo, muchos pilotos que ahora eran considerados veteranos fueron impulsados por el en su asenso a la máxima categoría. Lo apreciaban y a su familia, por ello el que hayan acogido a los pequeños Winter como sobrinos.

- Pascale hizo sopa de tomate para ustedes - Fernando colocó una pequeña mesa plegable sobre la cama - te traje vitamina C para prevenir el resfriado y un té caliente.

- Gracias - ella lo miro con esos ojos grandes y brillantes.

- Y tu - señaló al monegasco que se había quedado inmóvil a un costado de la cama - ya hablaremos luego, cena y descansa pequeña Izzy - dejo un beso en la frente de la pelinegra y salió de la habitación - ah y dejen esta puerta abierta - y con eso desapareció por completo.

Elizabeth soltó una sonora carcajada, mientras acomodaba la mesita plegable sobre sus piernas e invitaba al monegasco a acomodarse a su lado.

- Por Dios, Bella, ahora si van a matarme.

- No lo harán Charlie.

- Tu no sabes eso - Charles comenzó a mover la sopa con la cuchara mientras lucia estresado - ya ni siquiera me dejaran entrar aquí.

- Tranquilízate Charlie.

Ambos comenzaron a comer la exquisita sopa que había preparado Pascale y en cuanto terminaron Charles se encargo de llevar todo a la cocina y lavarlo. Después de eso volvió a la habitación de Elizabeth donde ambos se acurrucaron y durmieron hasta la mañana siguiente.

- Lleva así desde hace días - susurraba alguien.

- ¿Días?

- Desde navidad ha estado durmiendo aquí.

- ¿Como sabes eso?

- George.

Tres pares de ojos observaban la escena, Elizabeth recostada sobre el pecho de Charles mientras el la abrazaba por la cintura y es que básicamente Elizabeth estaba sobre el aun cuando tenía tres cuartos de cama para ella y el monegasco estaba en el borde del colchón. Era una buena técnica para retener el calor.

Pronto se escucho el ruido de unos pies descalzos contra el suelo, corrian, pronto tres pequeños humanos y dos caninos se lanzaron sobre los monegascos qué aún dormían cómodamente, eso le dio el camino libre a Pato, Lando y Arthur que llevaban algunos minutos tomandoles fotos desde la puerta y hablando de como el monegasco llevaba 1 semana durmiendo en la habitación de la pequeña Winter.

[...]

Sergio miraba desde la puerta con una sonrisa la interacción de todos dentro de la habitación, Elizabeth, Arthur, Patricio y Lando llevaban sudaderas a pesar de que el lugar tuviera el clima encendido y los cubría un suave edredón blanco el cual pertenecía a la ropa de cama de Elizabeth.

Carlota estaba recostada sobre el abdomen de Charles mientras movía tiernamente los deditos de sus pies, Chequito y Emilio se habían acostado sobre sus estómagos, todos muy concentrados en armar un LEGO que Charles había traído.

- Joder, Checo que...

- Shhh - silencio el mexicano y le hizo señas al español qué venía acompañado por Lewis - miren.

Predestinado || Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora