Predestinado || Charles Leclerc

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Las entrevistas y juntas habían terminado, era hora de volver a la comodidad de su departamento. Charles tomó una bicicleta y se dispuso a pasear por las calles de Mónaco mientras volvía a su departamento.

Las fotos del día anterior habían sido olvidadas, su reciente victoria y las imágenes en todos los ángulos posibles de su beso con Elizabeth estaban haciendo colapsar las redes sociales. Claramente la gente quería saber que pasaba y desde cuando, había miles de teorías al respecto pero nada que dejara a la gente satisfecha.

Al llegar a casa lo recibió un agradable aroma, Elizabeth había recreado una receta que había visto en tik tok hace unos días, nada muy elaborado, pero en realidad se veía exquisito. Se había acostumbrado a su presencia, y también a Tico y Chilaquil quienes al verlo atravesar el umbral de la puerta corrieron a recibirlo.

- Llegué.

Elizabeth se asomo desde la cocina, se había cambiado, llevaba una camiseta oversize color blanco y unos shorts negros, tenía algo de harina en las manos y no llevaba zapatos.

- Hola, estoy cocinando.

Charles se apresuró a llegar a ella y ver que era lo que estaba pasando en la cocina de su departamento.

- Y yo muero de hambre - Charles miraba con atención cada movimiento de la pelinegra - y hablando de comida...

- ¿Qué pasa?, ¿no se ve bien?

- No, nada de eso, de verdad quiero comer - la expresión de Elizabeth se relajo - pero tenemos una cena con el príncipe de Mónaco para celebrar la victoria de hoy.

- ¿Tenemos?

- Si, ¿con quien más iría? - preguntó mientras se acercaban a ella y la rodeaba por la cintura - y más tarde tenemos la fiesta de celebración.

- Una agenda ocupada, entonces.

- ¿Es un problema? - Charles repartía besos por todo el rostro de Elizabeth mientras hablaban.

- Para nada.

Claramente fue un día muy ocupado para ambos, aun no confirmaban o negaban absolutamente nada públicamente pero imágenes de ellos en la ceremonia del príncipe y también un video mientras bailaban en aquel club circulaban por redes sociales.

[...]

El lunes por la mañana Elizabeth se encontraba en el aeropuerto de Niza para tomar un vuelo rumbo a Detroit, pues Patricio no había tenido el fin de semana que esperaba en Indianápolis.

Pasaría una semana con su mejor amigo y el domingo después de la carrera volaría a Toronto para pasar unos días junto a Charles en la propiedad Winter y que el estuviera listo para el Gran Premio de Canadá.

Charles por su parte estaba seguro de que era el momento de formalizar las cosas con Elizabeth, había hablado con Ethan y Sergio sobre ello e incluso pidió el permiso de Fernando, no iba a casarse, aún pero quería estar seguro de que la familia Winter lo aprobara.

Llevaría a Elizabeth a una cabaña qué Lance le había recomendado a las afueras de Montreal, era un buen lugar para alejarse del mundo, así como en su primera cita, planeaba cada detalle para que todo fuese perfecto, incluso adelanto su llegada a Canadá para planificar todo de mejor manera.

[...]

Mientras tanto en Detroit, Elizabeth y Patricio se encontraban en la habitación de hotel del mexicano, quien ahora platicaba animadamente de lo ansioso que estaba por ir a Monterrey.

- Por cierto Bells, Elba llamó, enviaron unos sobres para ustedes.

- ¿Unos sobres?

- Si, no me dio muchos detalles pero llegaron esta mañana - Elizabeth trataba de recordar si sabía algo de aquellos sobres - Martha o Alessandro podrían ir por ellos.