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Maratón Mónaco Win 2/7

- Estoy perdidamente enamorado de ti.

Las palabras solo salieron de manera automática y las acciones fueron mucho mas rápidas. Charles acerco a Elizabeth aun mas, sus respiraciones chocaban, sus labios se rozaban pero ninguno de los dos hacia algún otro movimiento.

- Bella, ¿puedo?

Un asentimiento fue mas que suficiente para que Charles acabara con la poca distancia que los separaba, el beso era suave, lento y dulce. Ambos disfrutaban de aquel momento, las manos de Charles bajaron hasta la cintura de la pelinegra para ayudarla a sentarse sobre el piano quedando así en una posición mas cómoda a la que se encontraban inicialmente y dejando que Elizabeth marcara el ritmo mientras jugaba con el cabello del chico.

Los fuegos artificiales se hicieron presentes, oficialmente era año nuevo, ambos separaron sus labios poco a poco uniendo sus frentes, ambos mantenían los ojos cerrados, sus respiraciones estaban agitadas y calmarlas era un tanto complicado. Unos segundos mas bastaron para que ambos volvieran a abrir los ojos conectando miradas de nuevo.

- Bella, yo...

Charles no sabia que decir, tenia los ojos verdes de Elizabeth mirándolo fijamente, estaba en blanco así que después de considerarlo un par de segundos mas la volvió a besar. Esta vez no era suave, lento o dulce. Se besaban con vehemencia, era apasionado, desastroso, necesitado, todo en ese momento salía sobrando.

[...]

Una larga sesión de besos después, ambos se encontraban recostados en el sofá de la sala de estar mientras una serie era reproducida en la gran pantalla.

La puerta principal se abrió dejando ver a todos los que habían sido atrapados por la tormenta de nieve.

- Vaya, creí que encontraríamos la casa destruida y con Arthur, Pato y Lando corriendo en calzoncillos y los niños en el techo - aseguró Fernando.

- Pues parece que todos decidieron dormir temprano - Lewis observaba como Elizabeth y Charles estaban profundamente dormidos en el sofá - deberíamos despertarlos para que vayan a sus habitaciones a descansar, tendrán una torticolis en la mañana.

- Solo despierten a Charles - pronuncio Ezra - piensa que nadie se ha dado cuenta que lleva una semana durmiendo en la habitación de Lizzy.

La cara de Fernando fue un poema, ante aquella revelación pero no dijo nada ya que Pascale estaba ahí y no quería hacer un escándalo.

Max se acercó a Charles con la intención de despertarlo con delicadeza aunque fue todo lo contrario. El neerlandes tropezó con algunos juguetes de los pequeños Perez.

El gran estruendo de la caída de Max provocó que Charles se sobresaltara y cayera del sofá mientras Elizabeth seguía perdida en sus sueños.

- Buenos días solecito - se burlo Pierre - ¿buen sueño?

- ¿En que momento?

Charles estaba confundido, según la información que les había dado Sergio durante su video llamada, no podrían salir del hotel hasta nuevo aviso.

- Responderemos tus dudas por la mañana, ahora vayan a dormir - Sergio señaló a Elizabeth quien dormía profundamente en el Sofá.

Charles no dijo más, simplemente trato de espabilarse y llevo a la pelinegra a su habitación; y como desde hace 1 semana se acurrucaron en la cama para dormir hasta la mañana siguiente.

[...]

Los rayos del sol iluminaron la habitación, para Elizabeth significaban una molestia al estar durmiendo tan cómodamente.

- Buenos días - esa voz que le había dado los buenos días desde hace 1 semana inundó sus oídos.

- Buenos días Charlie.

Como si fuese parte de una rutina que han seguido por mucho tiempo, Charles deposito un beso fugaz en los labios de la ojiverde. Inmediatamente después ambos se levantaron para asearse y bajar a la cocina por un poco de de cereal.

Parecía que nadie había despertado aun así que sigilosamente llegaron a la cocina mientras Charles le informaba como es que en la madrugada todos habían llegado.

Arthur, Pato y Lando se unieron poco después, claramente tenían una resaca horrible por lo que Elizabeth con todos sus dotes culinarios les preparo unos tradicionales chilaquiles qué les devolvieron la vida aunque sus amigos europeos terminaron con los labios entumecidos por el picante.

- ¿Qué es eso que huele tan bien? - Fernando apareció con un conjunto deportivo, parece que había estado entrenando desde temprano.

- Bells preparo chilaquiles.

Lando y Arthur pusieron cara de horror, si bien habían comido sin problemas no sabían el nombre se aquel exquisito platillo.

- ¡Ellie!, ¡¿nos comimos a tu perro?!

- Verano, ¿que hiciste?

- ¿De que hablan? - Elizabeth los miraba confundida mientras Patricio reia - Chilaquil esta aquí - señaló el suelo.

En cuanto Lando y Arthur observaron al cachorro, el alma les volvió al cuerpo, no eran malas personas que comían cachorros.

Elizabeth sirvió un plato para Fernando quien se sentó gustoso a comer mientras les preguntaba que habían hecho la noche anterior antes de que ellos volvieran.

- Ustedes no deberían tener resaca, están en medio de un tratamiento médico - regañó el español - ¿no ibas a cuidarlos? - ahora se enfocó en Charles.

- El estaba ocupado comiendo - contestó Pato.

- ¿Comiendo?

- Si.

Fernando no comprendía ¿como era que no ponías atención por estar comiendo?, era una tontería aunque tal vez Charles lo hizo porque paso demasiadas horas cuidando de ellos y los niños que tal vez no había tenido tiempo de comer, eso debía ser.

Elizabeth por su lado pellizco discretamente a Patricio por ser tan imprudente y mientras ellos peleaban silenciosamente Arthur y Lando le lanzaban miradas complices a Charles mientras el trataba de hacerse el desentendido.

- Bueno, como ayer no pudimos tener nuestra cena de año nuevo, prepárense, George encontró un gran lugar.

- Conociendo a George ya tenemos una reservación para las 8:30, ¿cierto? - pregunto Lando.

- Así es, así que estén listos a tiempo, por favor.

Fernando se fue dejando a los 5 solos, otra vez, estaba claro que los tres tornados querían saber si su plan de darles vino a ambos ojiverdes había funcionado.

- ¿Y que tal el excelente platillo de anoche, Charles? - continuo Patricio - ¿muy multicultural?

Elizabeth quería ahorcarlo pero también quería reírse, Pato era demasiado ocurrente cuando se trataba de andar de chismoso. Lando y Arthur solo estaban atentos a la respuesta que daría el mayor.

- ¿Y tu Bells?, supe que también cenaste algo exótico, ¿que tal?

- ¿De verdad quieres hacer esto Duckling?

Pato sabía que si continuaba Elizabeth lo destruiría así que optó por quedarse callado y dejar el tema de lado para poder hablar sobre la cena de esa noche.

[...]

N/A

Omg, que rápidas son para llegar a la meta.

Por otro lado *AAAAAAAAAAA* grite, gritaste, gritamos porque estábamos esperando ese beso hace una eternidad.

Nos leemos en el siguiente capítulo, las amo.

20⭐️ y 15💬 para desbloquear el siguiente capítulo.

-F

Predestinado || Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora