Predestinado || Charles Leclerc

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Maratón Mónaco Win 6/7

Los días avanzaban rápido, las vacaciones de invierno casi terminaban, lo que significaba que los pilotos comenzarían con sus entrenamientos físicos. Patricio se había ido ya, tenía que estar en forma pues participaría en la 24 horas de Daytona.

Elizabeth había dedicado sus días a cuidar a los pequeños Perez, pues aun no estaba lista para realizar actividades físicas.

- ¿Y por qué es importante? - preguntó Chequito.

- Porque es mi mejor amigo - le respondió la ojiverde.

- ¿Y por qué es tu mejor amigo? - esta vez era Carlota la que preguntaba.

- Porque me apoya, me cuida y no me deja sola.

- Eso también lo hace Charles - solto Carlota después de analizar la respuesta de la monegasca - ¿también es tu mejor amigo?

- Bueno... podría decirse que si.

- ¿Y por qué no vas a las carreras de Charles y a las de Pato si? - Emilio asomo su carita entre las prendas del closet - ¿eso no lo hace sentir triste?

- Bueno yo nunca había ido a una carrera antes.

Eso desconcertó un poco a los pequeños, ¿Elizabeth no conocía un circuito de carreras?, era un poco extraño que siendo alguien con una familia dedicada al deporte de motor no hubiera asistido antes a un fin de semana de esos.

- Las he visto en la tele - aclaró - pero por muchas razones no he podido ir.

- ¿Fue por lo que te paso Izzy? - pregunto Chequito.

- ¿Como?

- Papá dijo que algo te paso y que por eso debíamos tener cuidado de no lastimarte.

- Eso paso hace mucho, ustedes todavía no nacían - Elizabeth se estaba desviando del tema y lo sabía - pero si, por eso no he ido a un Gran Premio.

- ¿Y ya estas mejor?, ¿por eso vas con Pato?

- Si, estoy mejor.

[...]

- ¿Llevas todo? - era la tercera vez que Sergio preguntaba - ¿pasaporte?, ¿efectivo?, ¿números de emergencia?

- Si, si y si.

- ¿Estas segura?, ¿necesitas más efectivo?, podemos ir al cajero automático.

- No, no, no, yo tengo todo, estaré bien.

No era el primer viaje de Elizabeth, pero si era el primero después de lo que paso por lo que las personas que lo sabían estaban más que nerviosas de dejarla ir sola.

Charles la llevaría al aeropuerto y gracias a la influencia de los Winter viajaría en un Jet, ahorrandose la escala que tendría que hacer si tomara un vuelo comercial.

- Elba te verá al bajar del avión - avisó Ezra - por favor, no te metas en problemas.

- Ni siquiera notarás que estuve en Florida.

Su hermano la abrazo y beso su cabeza en señal de despedida, le alegraba que estuviera dando este paso, significaba que la terapia avanzaba a grandes zancadas desde hace unos meses.