2020
Las calles de Toronto estaban desiertas, nada anormal tomando en cuenta que se atravesaba por una pandemia mundial que hacía que la gente tuviera que estar en su casa.
Los hermanos de Elizabeth ya se encontraban en sus respectivas temporadas en el deporte, ella por su lado había creado una rutina, tomaba sus clases en línea, comía, leía algún libro cerca del lago e iba al gimnasio por la mañana, el lugar solo admitia un mínimo de 5 personas por horario por lo que su vida se mantenia en una constante.
Un miércoles cualquiera Elizabeth asistió al gimnasio como de costumbre, el lugar era enorme ya que ahí mismo había una pista de hielo, en la cual se encontraba una pareja de patinadores con su entrenadora, la cual le había dado algunas clases a Elizabeth cuando era más pequeña. La ojiverde terminó su rutina y salió directamente a la pista para saludar a la entrenadora.
Aquel simple saludo se convirtió en una platica de porque Elizabeth había abandonado las clases de patinaje y de como ahora era una universitaria, todo estaba bien hasta que el sentido de alerta de la monegasca se activó. Dentro del área de la pista solo podía estar el entrenador y dos patinadores, nadie más en gradas pero desde hace algunos minutos la ojiverde pudo notar a dos hombres sentados ahí, fingian observar el entrenamiento y se notaba que estaban tomando fotografías disimuladamente.
El sentimiento de incomodidad inundó su cuerpo y decidió despedirse de la entrenadora y regresar a la seguridad de la casa familiar. Salio del lugar lo más rápido que sus piernas se lo permitieron, no tardo en encontrar la Honda CR-V qué conducía en esa entonces, pues la había estacionado muy cerca de las puertas del establecimiento.
Al subir, lanzó su bolso de deporte en el asiento trasero y mantuvo otro en el asiento del copiloto donde guardaba su teléfono, identificación y algo de efectivo, se coloco el cinturón de seguridad tratando de calmar sus nervios diciéndose a si misma que solo eran ideas creadas por su mente, nadie la seguía. Esas ideas pronto se fueron a la basura cuando vio a ambos hombres salir del lugar a través del espejo retrovisor, ambos al darse cuenta que el vehículo salía del estacionamiento corrieron para subir a un par de motocicletas.
Elizabeth conducía con prudencia, ella no era piloto de automovilismo como sus hermanos por lo que era más precavida al volante; su mente aun le decía que algo con esos hombres no era normal. Seguía concentrada en el camino, era algo solitario ya que la propiedad se encontraba casi a las afueras, bosque, montañas y algunas pequeñas cabañas deshabitadas eran lo único que había. El ambiente era relajante, demasiado, al menos así hubiera sido si aquellos hombres no hubiesen aparecido.
Al mirar por el espejo retrovisor pudo notar como el par de motocicletas se acercaban a gran velocidad, ambos se colocaron a los costados del auto, uno a la izquierda y otro a la derecha, aun no intentaban nada pero fue suficiente para que Elizabeth comenzará a sentir pánico. Aceleró intentando quitarlos de su lado y tratando de alejarse para perderse en la siguiente desviación. Aun con eso, ella seguía manteniéndose prudente al conducir o eso creía, el auto iba a 180 km/h y en aumento; estaba siendo difícil controlarlo.
La situación continuó por unos metros más hasta que en una curva un auto se encontraba cerrando ambos carriles, no era un accidente, era un acto premeditado. La persona que conducía salio corriendo hacia el bosque, para Elizabeth fue demasiado tarde para reaccionar, al pisar el freno se dio cuenta que no tenía, la velocidad que llevaba era difícil de disminuir en tan poco tiempo.
El impacto llegó rápido, pero no termino ahí, el auto de la ojiverde de alguna manera terminó por volcarse y caer por un pequeño barranco. El auto terminó con los neumáticos hacia arriba, había humo y polvo por todos lados. Los hombres de las motocicletas al ver lo que habían provocado huyeron y la persona del auto no apareció más.
Mientras, dentro del auto; Elizabeth aun se encontraba sujeta al asiento gracias al cinturón de seguridad, aunque estaba inconsciente.
Minutos después, ella despertó, analizó un poco la situación; ¿que más daba un par de golpes más?, desabrocho el cinturón lo que la hizo caer abruptamente y soltar una queja, intento buscar el bolso de su identificación y cuando encontró la cadena que lo adornaba tiro de el. Con la poca fuerza que tenía intentó abrir la puerta y después de unos cuantos intentos fallidos lo logro.
Se sentía agotada, pero no podía quedarse ahí. Se arrastro por el suelo sin soltar el bolso qué podría salvarle la vida, no llego muy lejos, de hecho solo logro salir del auto y quedarse ahí acostada sobre su estómago perdiendo la conciencia de nuevo.
Un hombre y su hijo quienes eran encargados de cuidar esa zona se dieron cuenta que había humo, llegaron en su auto hasta el lugar del accidente, el chico rápidamente vio que había una persona en el césped y corrio para auxiliar. Le indico a su papá que llamara a emergencias, tenía que ser rápido pues la monegasca estaba muriendo.
El chico noto que sostenia con fuerza un bolso, así que lo abrió, eso tal vez podría ayudarle un poco, el DNI de la chica estaba ahí.
"Elizabeth Alina Winter Gray"
Claro que todo hizo clic al leer el apellido de la chica, el teléfono celular también estaba ahí, la pantalla estaba rota pero se podía ver perfectamente que tenía el acceso directo a los contactos de emergencia. El chico llamó a tres de las personas que había en la lista.
El servicio de emergencia llegó, y de inmediato se llevaron a la chica para recibir atención médica.
[...]
La sala de espera de la unidad de cuidados intensivos estaba en completo silencio, Sergio y los hermanos Winter aún no llegaban debido a un retraso en el vuelo. Carola y Patricio llevaban horas ahí y lo único que sabían era el estado en el que había llegado.
"Tuvo laceraciones en diversas partes del cuerpo, cuatro costillas rotas, tiene un par de vértebras rotas por lo que la médula espinal esta comprometida y ha tenido un colapso pulmonar, esperamos que no haya afectaciones en su memoria si es que ella despierta."
¿De verdad les habían dicho eso?
El tiempo pasaba y de la nada "Código azul" enfermeras y médicos corrian en dirección a la habitación de Elizabeth.
Patricio rápidamente busco el significado de aquel código, su amiga estaba en medio de un paro cardio-respiratorio, solo podía sentarse junto a Carola a esperar noticias y a llorar un poco, ¿como ella podía estar en esta situación cuando el que manejaba a alta velocidad cada fin de semana era el?
El medico apareció unos minutos después solicitando un donador de sangre para Elizabeth. Patricio de inmediato se levantó, con tal de ayudar dejaría que le quitasen hasta la última gota.
[...]
Fueron días de angustia dentro de cuidados intensivos, Elizabeth mejoraba pero no despertaba, Elián había mandado a investigar la situación y también a ocultar todo de los medios para que el caso no se entorpeciera.
Diez días después Elizabeth despertó, confundida y conectada a mil y un aparatos comenzó a analizar su entorno hasta que noto que alguien entró a la habitación, en cuanto vio a la enfermera su instinto le dijo que hablara y pidiera ayuda pero cuando la mujer la vio la ojiverde solo pudo soltarse a llorar.
El proceso de sanación sería largo, lo advirtió el doctor, las fracturas en las vértebras iban a requerir de un largo tratamiento y rehabilitación, y el daño psicológico era algo que debían tratar, ¿como superar el hecho de querer ser asesinado?
[...]
Actualización doble el día de hoy. No quería hacerlas esperar 1 semana más.
Por fin sabemos que pasó con Eli, pero ahora ¿Quien fue? ¿Por qué?
Cuéntenme ¿lo esperaban? O ¿que imaginaban ustedes? Me encanta leerlas.
Nos leemos en el próximo capítulo, las amo.
-F
ESTÁS LEYENDO
Predestinado || Charles Leclerc
FanfictionEntonces sus ojos coincidieron después de años y el mundo se detuvo.