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Todo el mundo se preparaba para la cena de noche buena, habían elegido no vestir de manera formal, los colores rojo y verde predominaban en el lugar.

Por primera vez los Winter habían utilizado la ampliación del comedor para aire todos pudieran cenar juntos, Elián estaba sentado a la cabeza de la mesa y en el otro extremo se encontraba Sergio. Charles y Elizabeth estaban uno al lado del otro y mientras ella le robaba algo de pollo de su plato, el sacaba las fresas de la ensalada de la ojiverde.

Era un ambiente muy familiar, muchas conversaciones se daban al mismo tiempo, reían y bromeaban. Las voces disminuyeron gracias al sonido de una cuchara chocando con una copa de cristal. Ethan tomo la palabra.

- Prometo no tomar demasiado de su tiempo. Es hermoso ver a todos reunidos en este humilde hogar - muchos rieron ante eso, humilde no era la palabra que ellos utilizarías para describir la vivienda Winter - siempre habiamos sido cuatro asi que es lindo también ver como nuestra familia ha crecido. Desde hace varias semanas venimos organizando este día y me siento honrado de contar con la presencia de todos ustedes. Sé que este año ha sido muy duro y hemos tenido bastante trabajo.

- Ojala ese trabajo no nos infartara a cada nada - agrego Carmen.

Todos soltaron algunas risas y afirmaciones para después dejar a Ethan continuar con su discurso.

- De verdad que no es a propósito - le contestó el rubio - pero continuando, me agrada poder compartir con ustedes un momento tan especial como este y expresarles mis mejores deseos de amor, paz y felicidad. Espero que podamos volver esto una tradición.

Ethan continuó con su pequeño discurso haciendo reír a todos y también haciendo que brotaran algunas lagrimas por lo lindas que habían sido sus palabras.

- No respondiste mi pregunta - Arthur se sentó junto a Elizabeth - ¿no se acobardo esta vez?

- ¿De que hablas? Nunca se ha acobardado.

- Ay pequeña Verano - Arthur solto un suspiro - Charles tiene las pelotas para desafiar a la muerte en un monoplaza a 300 km/h pero no para invitarte a salir.

- Lo he visto invitar a varias chicas a salir, no es cobarde y para tu información me invito a salir, dos veces, tres si cuentas la confirmación de la primera cita.

- Vaya, y solo le costó 12 años de intentos fallidos.

- No es así - aseguró Elizabeth.

- Claro que si, los helados en casa, la invitación era para ti, se puso nervioso y terminamos todos en la heladería, o cuando te compro margaritas y fingió qué eran para mamá cuando se entero que eras alérgica, y mi favorita, cuando intento llevarte a cenar y terminaron comprando todo para que cenaramos en casa todos juntos.

Elizabeth decidió que era mejor no contradecir a Arthur ya que podía llegar a ser demasiado insistente solo para que admitiera qué el tiene razón. Recordaba cada una de esas ocasiones, ninguna fue ni cerca de un intento para invitarla a una cita.

La noche siguió su curso, habían encendido la fogata para jardín qué se encontraba en el patio trasero, Elizabeth se encontraba cubierta con su iconica manta de dinosaurios mientras se mantenia atenta a la conversación.

- Ellie y yo cumplimos años la misma semana, somos del mismo signo - señaló Lando.

- Es cierto - continuó Elizabeth - tal vez hubiésemos sido del mismo día.

- ¡Quédate con el! - solto Pato mientras intentaba quitarle la manta a la ojiverde - corre, ve.

- Pero tu eres mi mejor amigo.

Predestinado || Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora