Vivir solo era agridulce. Por un lado, se sentía bien teniendo su espacio, disfrutaba el silencio, la soledad, la quietud. Por otro, ese mismo silencio le dejaba demasiado tiempo libre para pensar. Todo se sentía más real cuando no habían distracciones, música, pláticas random. Se veía obligado a enfrentar sus sentimientos, a cuestionarse mil veces al día si había tomado la decisión correcta, si seguía siendo la decisión correcta, si dudarlo era egoísta de su parte, si debería hablar con Harry o con su mamá. Al menos, pasar por la tortura de sobrepensar su vida, lo obligaba a escribir. Se requiere de mucha desesperación, insatisfacción y desilusión para escribir unos pocos buenos poemas. El segundo libro estaba autorizado y, en teoría, a tenían poco más de 6 meses para lanzarlo. Eso ponía una cuenta regresiva, porque esta vez, no se trataba de seleccionar piezas existentes y hacer algunas extras, sino de crear al 100% nuevo material, considerando el tiempo que le llevaría a Zayn ilustrar cada pieza. Tenía, al menos, un tercio del contenido completo y el omega parecía satisfecho.
- Mira, babe, de verdad lamento que todo esto que escribes salga de un corazón roto, pero va a ser un sueño ilustrarlo.
- Qué bueno que te inspire mi dolor. - Dijo, riendo bajo.
- A mí y a casi 300 mil personas. Estamos a punto de llegar. - Hojeando los borradores, señaló con la punta de su dedo, golpeando un par de veces sobre una línea. - Dios, ¡esto es tan bueno! "No llores por mi, no te lamentes por mi. Lee lo que he escrito y, después, olvídalo todo".
- Sí, he estado pensando en que no sé, ni siquiera, si leyó el libro anterior.
- ¿Y si lo hubiera leído?
- Espero que no haya notado que todo es para él.
- ¿De verdad lo esperas?
A este punto, ya no estaba seguro. Cada que seleccionaba un poema o una frase, la leía una y cien veces para asegurarse que no revelara hacia quién iba dirigida. En secreto, por supuesto, esperaba que Harry leyera entre líneas, al menos alguna vez, y tuviera la certeza de que lo amaba. Lo amaba como se ama a alguien a quien nunca has tocado, sobre quien únicamente escribes y de quien guardas una foto. Era lo único que se había permitido y lo único que le había permitido a él, también.
Trataba de convencerse cada mañana al abrir los ojos y cada noche al cerrarlos, que todo valía la pena porque Harry era feliz. Emmy le enviaba fotografías de vez en cuanto, en donde aparecía el omega sonriente, con un desorden de rizos echado hacia atrás, las facciones profundas y angulares y los hoyuelos iluminando su rostro. Fotografías de ambos, riéndose a carcajadas, con las manos manchadas y una pared a medio pintar. Fotografías de su omega sonriente y, después, con cara de pánico, mientras Finn iba sentado a su lado, enseñándole a manejar. De vez en cuando, algunas madrugadas, se daba permiso de ver el Instagram de Harry. No le gustaba hacerlo, porque le parecía intrusivo, pero a veces la curiosidad y el anhelo de saber sobre su vida, lo convencían. Era una moneda al aire, por supuesto. Podía suceder que las últimas fotografías de sus proyectos de pintura, de él existiendo hermosamente con los hoyuelos a la vista, o lo más reciente, fotografías de platillos que cocinaba o probaba con ángulos originales y contrastes de color. En el peor de los casos, por supuesto, eran fotografías en las que salía con otros alfas recibiendo un beso demasiado cerca de los labios, siendo cargado sobre la espalda, con la cabeza tirada hacia atrás, riendo a carcajadas. En cada foto, el alfa en turno lo veía como si fuera lo más hermoso en la tierra. Y lo era.
...
- ¿Qué haces despierto, Lou? Son las 4:30 de la mañana.
- Siempre son las 4:30 de la mañana. - Respondió, hastiado, sin despegar los ojos de su diario.
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No Lie In His Fire
FanficLouis no esperaba que esa fuera la última vez que pudiera volver a casa. Pero ¿qué otra opción le quedaba? No podía estar bajo el mismo techo que Harry. Nunca. Con el fuego quemándole por dentro, se despidió por primera vez de ese omega a quien le p...