Algo se reproducía en la televisión, pero la verdad, estaba prestándole poca atención. La respiración de Harry en su cuello lo tenía en un estado entre adormecido y algo más que no terminaba de entender. Los suspiros se habían comenzado a hacer lentamente más pesados y podía sentir su aliento caliente escapando por sus labios contra su piel. Olía delicioso, su aroma lo estaba volviendo loco.
Escuchó su nombre y luego algo más, daba igual. Estaba embelesado con la forma en la que la mano de Harry se colaba por debajo de su ropa. Las puntas de sus dedos fueron eléctricas al tocar la piel sensible alrededor de su ombligo. Se erizó completamente. Lo tomó de la cintura y lo arrastró hasta tenerlo encima, no pudiendo contener un gemido al sentir el peso de su cuerpo sobre él.
Buscó su boca en seguida. Lo recibió con los labios entre abiertos, juguetón, mordiéndole el labio y metiéndole la lengua casi con desesperación. Recorrió su cintura, las líneas de sus costillas y, al llegar a sus pezones, los acarició con los pulgares a través de la delgada tela. Harry echó la cabeza hacia atrás e inició un ritmo lento contra su pelvis.
- ¡Louis!
Gruño como respuesta al sentir la sorpresa y el miedo de su omega, quien se había congelado de pronto y escondía su rostro en su cuello, aferrándose a él. Iba a matar a quien fuera que lo estuviera asustando, a quien fuera que quisiera hacerle daño.
- Louis, tranquilo... - Estuvo a punto de gruñir de nuevo, pero la voz que lo llamaba parecía nerviosa y vulnerable. Parpadeó un par de veces, antes de enfocar el gesto preocupado de Zayn, incluso un poco pálido. Detrás de él, Liam se mantenía serio e inmóvil, pero su lenguaje corporal decía otra cosa. - Necesitan ir a la habitación.
- Es mío.
- Por supuesto. Llévalo contigo, está asustado.
Algo se le incendió por dentro al escucharlo y soltó otro gruñido. Liam lo estaba asustando. Fijó la vista en él, mientras apretaba a Harry contra su cuerpo y lo cubría con su aroma. El alfa arrugó un poco la nariz al olerlo, pero no se movió. La respiración alterada de su omega se ralentizó, sin embargo, seguía intranquilo. Algo similar a un rugido se le escapó por la garganta. Su instinto le explotaba dentro, estaba costándole contenerse de saltar sobre Liam y obligarlo a largarse. Necesitaba sacar a Harry de ahí, ponerlo a salvo.
- ¡Louis! Dios, eres tan dramático... ¿qué hacemos, Li? - Sosteniéndole la mirada y con una mano protectora alrededor del vientre de Zayn, el alfa murmuró alguna respuesta que no alcanzó a escuchar. Estaba demasiado concentrado en Harry, su respiración, la tensión tirante en su pecho, su aroma... La voz del omega recuperó su atención. - Lou, tu omega quiere ir al nido, ¿verdad, Harry?
- No le hables...
- ¿Lo ves? - Lo interrumpió, al mismo tiempo que sintió a Harry asentir, aun oculto en su cuello. No dijo nada, pero las lágrimas estaban ahí, silenciosas, mojando su ropa, agitando su respiración. - Anda, llévalo al nido.
- ¡No te acerques! - Odiaba admitir que llevarlo al nido, en lugar de golpear a Liam, sonaba como una buena idea.
- No nos vamos a mover, hasta que estén en la habitación, ¿ok?
...
Apenas colocó a Harry en el nido, se encogió sobre sí mismo, hasta quedar en un ovillo. Seguía llorando, seguía cubriéndose el rostro con las manos. Alejado ya de la presencia de Liam, la bruma instintiva que le había cegado antes, comenzaba a desvanecerse. En seguida, se quitó la ropa a manotazos, deseando no haber sido tan estúpido antes. Debió sacar a Harry de ahí desde el primer momento, pero el celo le había nublado cualquier rastro de razón. Como siempre.
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No Lie In His Fire
أدب الهواةLouis no esperaba que esa fuera la última vez que pudiera volver a casa. Pero ¿qué otra opción le quedaba? No podía estar bajo el mismo techo que Harry. Nunca. Con el fuego quemándole por dentro, se despidió por primera vez de ese omega a quien le p...