Capítulo 79

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Emmy lo abrazó largamente y se puso de puntitas para dejarle un beso en la mejilla. Después, abrazó a Louis, murmurando sabe qué cosas en tono amenazante, antes de jalarlo de nuevo, apretándolos a ambos al mismo tiempo, como si fueran unos cachorros. Louis soltó un suspiro triste cuando vió a su mamá subir al auto. Cuando volviera del trabajo, ellos estarían de vuelta en Londres. Aunque habían prometido visitarles pronto, la despedida se sentía como una punzada en el pecho. El haber estado tanto tiempo alejados había dejado mella. Cruzó los brazos encima de los hombros de Louis, pegándolo a su pecho y dándole pequeños besitos mientras Emmy agitaba la mano desde el auto, antes de desaparecer calle arriba.

- Podemos volver el siguiente fin de semana, si quieres.

- Ellos nos visitarán pronto, amor, está bien...

- Aun así, podemos volver.

Se giró en sus brazos hasta quedar frente a él y lo tomó de la cintura. Sus ojos parecían tristes, pero la sonrisa que le dio lo dejó más tranquilo. Buscó sus labios de inmediato, besándolo lentamente, acariciando su piel por debajo de la camiseta. A su alfa le encantaba poner los dedos en las pequeñas hendiduras que se le formaban al final de la espalda.

- No quiero volver a Londres aun. - Soltó de pronto, sintiéndolo desde el fondo de su ser. Quería quedarse con su familia, sintiéndose protegido en casa, recuperando el tiempo perdido con Finn y Emmy.

- Lo sé, pequeño. Pero de verdad... de verdad necesito que vuelvas conmigo. - Le respondió, luciendo preocupado y nervioso.

- Dios, Lou... no te dejaría volver sólo.

- En otro momento no tendría problema con que te quedaras, pero...

- No me quedaría sin ti, alfa. No ahora. Mi lugar está contigo.

Louis se mordió el labio y sonrió ligeramente, como si hubiera algo que no le estaba diciendo. Antes de que pudiera preguntar, comenzó a hablarle de otras cosas, mientras lo guiaba dentro de la casa. La mañana había sido un ir y venir, entre despedidas y lágrimas. Ahora estaban solos. Finn había salido al trabajo más temprano y Zayn y Liam tenían una cita con la abogada que había llevado su caso. El omega estuvo particularmente callado durante el desayuno y, aunque seguía ansioso, se veía mucho más equilibrado que los días anteriores. En parte, porque la abogada resolvió muchas dudas sobre el caso y en parte porque Liam lo había marcado hasta el cansancio. Apenas y distinguía su aroma por debajo de la penetrante esencia del alfa aferrada a su piel.

- Debemos empacar, no queremos entrar a la ciudad justo en la hora con más tráfico. - Murmuró, haciendo una lista mental de lo que debía meter a la maleta, recordándose que debían tomar la lasagna del congelador, dejar las sábanas en la lavadora y cerrar la puerta del jardín con seguro antes de salir.

- Harry. - Llamó Louis por segunda vez. La primera, apenas le había escuchado al estar distraído con su lista mental.

- ¿Mhhhm?

- Te decía que tenemos tiempo.

...

Había estado tan nervioso con todo, que ni siquiera se había planteado la posibilidad. Lo tomó por sorpresa, definitivamente, pero no iba a quejarse de los espasmos deliciosos que le provocaba su alfa o de la electricidad que le recorría la espalda cuando le lamía el cuello. Ni siquiera le había quitado la ropa por completo, se había conformado con meter la mano por debajo de su camiseta, toqueteando su piel con necesidad, jaloneando los pantalones de pijama sólo lo necesario. Sin más preámbulos, buscó su entrada con los dedos, gimiendo contra sus labios al sentirlo húmedo. Louis, quien solía ser mesurado y esperar a que él hiciera el primer movimiento, ahora parecía desesperado por besar, lamer y tocar su cuerpo.

No Lie In His FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora