Capítulo 55

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Tocó la puerta dos veces, antes de lograr escuchar movimiento del otro lado. Tragó saliva e inhaló profundamente, intentando controlar sus nervios. Sentía que todo él estaba temblando, que el aire no terminaba de llegarle a los pulmones. A pesar de que buscó en su interior, no sintió nada. Los pasos se fueron acercando y, cuando finalmente la puerta se abrió, se encontró con un omega bajito en pijama, con nariz respingada y ojos asueñados. Se le fue la respiración un momento al darse cuenta que habían muchas cosas que no había considerado. Era hasta ingenuo de su parte haber pensado que esta no era una posibilidad.

- Hola, estoy buscando a Louis Tomlinson. - Dijo, intentando que no le temblara la voz. El chico le sonrió brevemente, antes de girar la cabeza hacia dentro.

- Louis, te buscan en la puerta.

- ¿Quién?

- Su omega.

Levantó la barbilla y fingió una sonrisa confiada. Sabía que era un movimiento riesgoso. Louis podía mandarlo a la mierda y él no tenía derecho de reclamarlo como suyo. Pero decirlo en voz alta, encendió de golpe el fuego en su pecho.

- ¿Quién es? - Repitió Louis, apareciendo por el pasillo, con el cabello mojado y una taza en la mano. Al verlo, se detuvo de golpe y se quedó completamente quieto y en silencio, con los ojos viéndolo con sorpresa. - Harry, ¿qué haces aquí?

- Tú sabes muy bien por qué estoy aquí.

El alfa lo hizo pasar sin decir una palabra, mientras arrastraba dentro su enorme maleta y le quitaba del hombro la mochila. Lo guió hasta el sofá y lo hizo sentarse. En una de las esquinas, había un par de mantas dobladas y una pequeña almohada. "Dame un momento", pidió, sonando afligido. Murmuró un par de cosas al omega, que veía todo entre sorprendido y nervioso. Después de cambiarse de prisa en el baño, el omega había agitado una mano, despidiéndose de él con una sonrisa apretada. Louis se había mantenido dándole la espalda y fingiendo ocuparse de cosas tontas. Lo había tomado por sorpresa, tal vez debía haber llamado antes, pero ya no le quedaba paciencia, no le importaba nada a estas alturas. Se abrazaron brevemente al despedirse, antes de que Louis cerrara la puerta y suspirara profundamente, aun de espaldas a él.

- ¿Quieres algo de tomar? - Claramente estaba intentando sonar relajado, pero la tensión en sus hombros decía lo contrario.

- No, gracias.

- ¿Te molesta si fumo? - Le preguntó, sentándose en la otra punta del sofá. Negó con la cabeza, sosteniéndole la mirada. - ¿Cuándo llegaste? Mamá no me dijo que...

- Emmy no sabe que estoy aquí, llegué hace una hora, vine directo del aeropuerto. - Las cejas de Louis se dispararon hacia arriba y se mordió el labio, nervioso.

- ¿Cómo estuvo el viaje?

- Horrible. Odio volar. - Respondió, intentando romper la tensión. Luego, dejando escapar una pequeña sonrisa, agregó. - Pero mucho mejor que el de ida, te lo aseguro.

- ¿Estás cansado? Puedes... - Balbuceó, desviando la mirada, dándole un toque al cigarro. - Ayer salimos y estoy seguro que Zayn y Liam siguen dormidos. Puedes descansar aquí mientras...

- No. - Dijo, viéndolo fijamente a los ojos. - No me quedaré en el departamento de Zayn, ni quiero que nadie se entere que estoy aquí, ¿está bien?

- ¿No le avisaste a nadie que vendrías? - Preguntó, sorprendido, vio perfectamente el músculo de su mandíbula marcarse.

- No, porque no me interesaba que nadie supiera. - Le aclaró, levantando una ceja. ¿Quién se creía que era, pidiendo explicaciones? Sintió una punzada furiosa clavándosele dentro.

No Lie In His FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora