Capítulo 30

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Harry había estado a punto de besarlo y él lo detuvo. En este momento, no sabía si estar orgulloso por su autocontrol o decepcionado por ser tan idiota. Había tenido la oportunidad de sentir sus labios por primera vez, pero no era el momento correcto. A pesar de que se habían acercado en los últimos días y la tensión era imposible de negar, muy a su pesar, sabía que se iba a arrepentir de ser impulsivo, en lugar de pensar cada detalle y efecto secundario de una decisión de ese tamaño.

"Eres la persona más importante en mi vida", había dicho sin poder contenerse. Después de escuchar a Harry gritarle que nunca le había importado, meses atrás, tenía que asegurarse que entendiera que esto no era un "no", sino un "aun no". No estaba mintiendo, a fin de cuentas, como tampoco mintió cuando le aseguró que tenían toda la vida. Al menos eso esperaba, tener toda la vida, que Harry viviera y volara, pero regresara a él cuando fuera el momento. Por ahora, se conformaba con haberlo sentido así de dócil, en este trance inexplicable en el que lo había sentido temblando contra él, pero también dentro del pecho, como una brasa suave calentándolo desde dentro.

No había tenido el valor de contarle a Zayn al volver al departamento. Sabía que Liam no regresaría por unas horas y no quería enfrentarse al omega furioso sin alguien que lo controlara. Él mismo se había reprochado todo el camino de regreso por no haberlo besado, esta vez no podría culparlo por su reacción.

Llevaba dos horas trabajando con Zayn en las correcciones que había hecho la editorial y en los comentarios finales para el libro. "La evolución de un panorama pesimista y doloroso, a uno optimista y esperanzado, cumple el objetivo del storytelling", decía la nota al final del documento con las anotaciones. Esperanzado. No sabía si era lo mejor sentirse así. El último bloque de textos que habían enviado a inicios de año, habían sido autorizados casi en su totalidad. Eran diferentes al resto, por supuesto. Los había escrito mientras estuvo en Doncaster con Harry, jugando a ser amigos, conociéndolo, riéndose juntos, haciendo como que no había tensión entre ellos. Zayn había comenzado a trabajar en las ilustraciones incluso antes de que fueran autorizadas. Al parecer, el omega estaba seguro que no iba a ser trabajo perdido y se la pasó hablando de lo divertido que era conceptualizar sentimientos "deliciosos". Hoy, le picaban los dedos por escribir sobre lo delicioso que había sido sentir a Harry así de cerca, a punto de besarlo. O el día anterior, dormido contra su cuerpo mientras lo cargaba a su habitación. Los límites dejaban de ser paredes de hielo a su alrededor y se convertían en una bruma que lo emborrachaba y lo dejaba recreando cada recuerdo reciente de Harry en su cabeza.

- Louis, ya está, no puedo seguir trabajando si no me escuchas.

- ¿Qué? - Preguntó el alfa, parpadeando confundido.

- Nada, que ya no quiero trabajar. Quiero dormir, hoy tú y tu omega me despertaron de madrugada. - Se quejó, tirándose contra el sofá y jalando a Louis junto a él.

- Para que comieras...

- Mi despertador ni siquiera había sonado y Liam me estaba sacando de la cama. - Continuó quejándose, abultando los labios y exagerando el tono en su voz.

- Para que comieras, Zayn. ¿No valió la pena?

- Dios, sí. Harry se merece dos horas de sexo oral después de esos bagels.

- Cállate. - Respondió Louis, haciendo una mueca.

- ¿Se las das tú o se las doy yo? - Insistió, subiendo y bajando las cejas sugestivamente.

- Harry no necesita favores sexuales de ninguno de los dos y lo sabes.

- Me parece muy interesante la forma en la que lo dices. - Comentó casi en un reclamo, entrecerrando los ojos.

No Lie In His FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora