Tocó la puerta tres veces y dio un paso atrás, intentando llevar aire a sus pulmones. El aroma de Louis aun danzaba entre su ropa, sirviendo como un bálsamo ligero para el temblor de sus manos. Estaba cansado, pero no había podido dormir más. Apenas comenzaba a entrar luz por la ventana, cuando tuvo que salir de la cama. Le hizo falta Louis en el momento que puso un pie fuera de la habitación, pero caminó en silencio hacia la sala para no despertarlo.
A pesar de haberle contestado furioso, Finn se había mantenido en calma durante toda la llamada, le había insistido por una oportunidad de verse, de hablar e intentar resolver lo que los mantenía separados. Parecía sincero, pero no dejaba de pensar en la última vez que se habían visto.
Le había costado toda su fuerza de voluntad despedirse de Louis en el hall del hotel. Hubiera querido traerlo consigo, que lo abrazara mientras subía en el elevador y tomara su mano al caminar por el largo pasillo, pero sabía bien que era algo que tenía que hacer solo. Lo sentía dentro aun, como un latido lejano, pero ahí estaba. Siempre estaba.
- Harry, gracias por venir. - Dijo Finn, al abrir la puerta. El alivio en su voz fue evidente. - Lo conocía lo suficiente para sospechar la posibilidad de que no se presentara.
- Hola.
- ¿Desayunaste? ¿Quieres algo de tomar?
- Vamos a hablar, papá. No quiero estar aquí mucho tiempo.
El gesto de Finn se contrajo y vio aparecer una pequeña línea dividiendo sus cejas. Caminó fingiendo confianza y se sentó en una de las sillas de la mesita frente a la ventana. A través del cristal, podía ver el cielo lleno de nubes y los autos atascados en el tráfico.
- Bien. Quiero empezar pidiéndote una disculpa. - Se quedó en silencio, sin cambiar el gesto, esperando a que continuara. Le costaba mucho mantenerse estoico, pero la otra opción era ponerse a llorar ahí mismo. - La forma en la que te traté la última vez fue terrible, fui prejuicioso, no te escuché y me dejé llevar por... por muchas cosas. De verdad, lo lamento.
- Te tomó 3 meses, papá.
- Lo sé, hijo, de verdad...
- Hace semanas que hablaste con Daphne, le pedí a Sari que les enviara mi historial clínico. ¿Qué más necesitabas?
- Tiempo.
- ¿Para qué? Decides no creer en mi palabra y darme la espalda. Aun así, te doy pruebas de que todo lo que te dije era cierto y te toma, ¿cuánto? ¿Un mes decidir llamarme? - Vergonzosamente, había guardado la esperanza de que las "pruebas" fueran suficiente motivo para acercarse, pero su teléfono jamás sonó.
- Harry... no hay una justificación pero, por favor, necesito que te pongas en mi lugar por un momento.
- No cambia nada, tú...
- Escúchame, por favor. - Interrumpió Finn, casi suplicante. Decidió callarse y dejarlo hablar. De todos modos, lo que estaba a punto de decir no resolvería nada. - Sé que mi reacción te lastimó y que tardé demasiado en acercarme a ti, de verdad, no sabes cuánto lo lamento. Pero no fue fácil, Harry. Te fuiste 6 meses y apareciste de repente, diciéndome que tienes una relación con el hijo de mi esposa. Pensé que Louis se había aprovechado de ti y...
- ¡Louis no hizo nada malo! - El pulso se le aceleró y tuvo que controlar el impulso de marcharse. Se concentró en el ligero rastro del aroma de su alfa, aun presente en su ropa.
- Lo sé, ahora lo sé y lo entiendo. Pero en ese momento... hijo, eras un niño cuando todo esto sucedió. No tenía la certeza de que fueran destinados. Louis podría haber sido un alfa con pésimas intenciones, manipulándote, abusando de ti, convenciéndote de mentir por él. No sería la primera, ni la última vez que algo así sucede.
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No Lie In His Fire
FanficLouis no esperaba que esa fuera la última vez que pudiera volver a casa. Pero ¿qué otra opción le quedaba? No podía estar bajo el mismo techo que Harry. Nunca. Con el fuego quemándole por dentro, se despidió por primera vez de ese omega a quien le p...