Me da mucha ilusión ver a Aurora mucho antes de su próximo espectáculo. La reina me invitó y dos consejeros con su hijo, de su gobierno para la boda del hijo de la diosa Laila y Seth Godness. Al no pertenecer a la familia real, los ministros y yo nos envían a unas carpas bastantes cómodas lejos de la gran mansión del nuevo dios. Nos asignan a los cuatro a la misma carpa; somos la concejala Kate Nicks, su esposo Bruce Nicks; y su hijo, el doctor Conan Nicks. Nos dividimos la carpa para darnos privacidad, no es ningún secreto que soy la pareja de Stephan y ahora estoy embarazada de cinco meses de mellizos —la noticia me la dio la reina en cuanto me vio el vientre y su médico corroboró sus palabras— Gracias a eso, las personas me tratan casi como su alteza real.
La boda empezará dentro de dos horas, yo me visto con una túnica turquesa mostaza, el cual tiene mangas holgadas y lo que más agradezco es que no me aprieta en lo más mínimo el vientre. Mi mejor forma de decirle al mundo de mi protuberante embarazo. Me arreglo mi cabello en una coleta alta, mis mejores accesorios de oro y diamantes. Son estas clases de eventos que puedo lucir mi gran gusto por las joyas, en El Páramo desentono si me voy muy producida. Es de las pocas cosas que extraño de Solaria.
La pareja de esposos y su hijo se vistieron formales, con colores oscuros como el negro y el azul cobalto. El vestido de la concejala es sencillo si de estructura se trata, pero los incrustados patrones de su clan están presentes en las faldas. Al igual que la chaqueta de los dos hombres. Un inculto diría que el patrón de rombos que forman un copo de nieve, sería algo que se inventó un diseñador pretencioso, pero en realidad son siglos y siglos de historia. Hablar con ellos es bastante tranquilizador.
—Un embarazo como el tuyo es una bendición que la madre te ha otorgado —habla la mujer. Ella asesora a la reina desde un punto espiritual y es el puente ente múltiples comunidades originarias dentro de las tierras de los Einars—. Sin duda la semilla de los Nieves es fuerte.
—También el cuerpo de la señora Calore, mamá. También hay que dale crédito —comenta su hijo. Los cuatro nos dirigimos a nuestros lugares de la ceremonia. Ya estamos en verano y no lo parece, nada compara los veranos solarianos.
—Y se lo doy, tener el peso de una generación es complicado —La mujer solo es un poco baja que yo, casi ni se nota. Pero los dos hombres si son bastante altos y fornidos—. Tú sabes eso, por eso nos diste a nuestra nieta.
—Hablando de eso ¿dónde se encuentra su hija, señor Nicks? —le pregunto al joven cardiólogo de treinta y cuatro años.
—La dejé con su madre, le toca pasar tiempo con ella —responde tranquilo. Él tiene una hija con una mujer que no es su pareja. Es extraño la forma que ellos ven la concepción. Es casi un deber nacional y patriótico tener un hijo, sea de la forma que sea. Conan es homosexual, es la actual pareja del amigo de Aurora, Alex Mactower—. Y también, estamos en un reino desconocido, con personas desconocidas. No me sentía cómodo en traerla en un ambiente de adultos, es muy pequeña para eso.
—Entiendo, no es un lugar para niños —comento y él asiente tranquilo. Llegamos a los asientos de la boda, le damos nuestras tarjetas a la encargada y ella nos guían a nuestros lugares. Estamos a veinte filas del altar, supongo que, al provenir de un reino no tan importante, nos dejan tan atrás.
Los hombres nos dejan entrar primero a la señora Nicks y a mí. El esposo entra de último. Las filas se van llenando con cualquier tipo de criaturas. Puedo distinguir algunas gracias a las pociones de la reina Luna. Tengo dos pociones para el resto de la semana, tengo que administrarlas bien. No hay ni una pizca de luz visible, ni siquiera las bolas de las personas de El Páramo. Al ver a las sombras y espectros, es evidente el por qué.
El lugar tarda en llenar por lo menos una hora. Hay tantas figuras políticas de todo el reino oscuro, algunas las he visto y otras no. Pero con solo escuchar los rangos militares, los puestos de mando y demás, es entendible que nos hayan puesto tan atrás. Nadie nota que hay una persona que proviene de Solaria, el mismo reino que atacó el reino más peligroso del universo, como lo es el reino oscuro. Los dioses bajan y ellos no necesitan presentación, su sola presencia es más que suficiente para darnos cuenta quienes son los señores del universo. Pero lo que sí me resulta extraño es la falta de los dioses de la luz. Supongo que no podían asistir considerando como están las cosas.
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El Juego De Los Herederos (Saga Dioses Universales VI)
FantasyLos hijos de los dioses mayores, se convirtieron en dioses y ahora tendrán que enfrentar las consecuencias de la guerra de los dragones. Pero no solo eso, ahora Tristan es rey de las sombras y su dios. Pero ser rey no es lo que esperaba, los traidor...