Demian: Mi Maravillosa Esposa

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    Al terminar los bailes, Meghan y yo nos encargamos de hablar con los invitados. Nos rodean, pero tengo mis guardias apartando a las personas que busquen invadir mi espacio. Meghan tiene más habilidades sociales que yo, o solo simplemente no me agrada ver tantos embusteros en un solo lugar.

Halo a Meghan a otro asunto más importante. La llevo donde se encuentra la prima Luna, ella se encuentra rodeada de algunos miembros de su corte. Al menos ella fue alguien prudente y no se trajo medio reino como algunos otros invitados.

—Buenas, ¿cómo están? —hablo animado. Las personas dejan de hablar y se inclinan ante nosotros.

—Felicidades por tus nupcias, querido primo —Luna habla amigable—. Espero que tengan un matrimonio feliz y tranquilo.

—Muchas gracias, su majestad —responde Meghan educada.

—Venimos con la intención de hablar con alguien específico de tu corte, espero que no sea molestia —digo sin rodeos. Los presentes reunidos se sorprenden, pero no todos al parecer—. ¿Conan Nicks se encuentra?

—Soy yo, su alteza —habla un hombre albino levantándose del mueble. El hombre es alto, con unos ojos azules tan profundos como el azul de su abrigo. Su cabello largo y recogido en una media coleta como el resto de los hombres de la corte de Luna—. Es un placer conocerlo y a su esposa.

—El placer es nuestro, mi hermano nos ha contado sobre ti —Meghan analiza al hombre con su mirada crítica—. Me gustaría poder hablar contigo a profundidad, quiero asegurarme que mi hermano se encuentra seguro estando con usted señor Nicks.

—Por supuesto —él asiente dispuesto a venir con nosotros, pero Luna lo detiene.

—¿Por qué se tienen que ir? Pueden hablar tranquilos aquí —ella se hace a un lado y algunas personas se levantan de los muebles para que mi esposa y yo podamos sentarnos. Los guardias de mi prima crean sillas de hielo para los demás invitados.

—Con permiso, mujer ciega y embarazada en camino —nos sorprende la voz de una tigresa albina y enorme, ella guía a una mujer de túnica turquesa a sentarse.

—¿Tenías que decir eso? —la regaña la mujer. Conan ayuda a la mujer a sentarse no muy lejos de su lado.

—¿Se encuentra bien, señorita Calore? —pregunta el médico preocupado.

—Me quedé sin poción para la vista nocturna —responde la tía de Aurora. La tigresa le informa a mi prima y el animal se va a buscar la poción de la mujer—. No te preocupes por mí, sigue con lo hacías y disculpa por interrumpir.

—¿Cuántos meses de embarazo tiene? —pregunta mi esposa animada.

—Cinco meses de mellizos —responde la mujer buscando la dirección de la voz. Conan la orienta.

—¡Vaya, eso es emocionante! —responde mi esposa emocionada—. ¿Ya sabe el sexo de los bebés o quiere que sea sorpresa?

—Aún no lo sé, pero lo que salga, estaré encantada —responde con una sonrisa. Tiene un aura casi amarilla.

—Mis mayores deseos para su embarazo —le digo y concentro la mirada en Conan—. Alex dijo que ustedes dos habían empezado una relación ¿cierto?

—Así es —responde el hombre educado—. Empecé una relación con Alex hace cuatro meses. Lo conocí gracias a Aurora, ella y su familia son grandes amigos de la nuestra.

—¿A qué se dedica usted y su familia? —pregunta mi mujer educada, pero firme.

—Yo soy médico cardiólogo, me gradué de la universidad de Ciudad Escarlata hace seis años. Ejerzo con mi familia en el hospital de la capital del reino de mi señora Luna —responde sereno. Tengo mis poderes encendidos, cualquier mentira quedará al descubierto. Él habla de su familia y como esta forma parte de la corte de mi prima Luna—. Tengo una hija de cuatro años, se llama India Nicks. Alex sabe de ella y está tranquilo con eso.

El Juego De Los Herederos (Saga Dioses Universales VI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora