Lina: Lavado De Imagen

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    Demian se queda y me ayuda con las labores que eran de Seraphine, como yo no tengo la autoridad legal para que tomen mis decretos, lo hace Demian. Al parecer si no está el rey, la segunda al mando (Seraphine), la tercera persona sería el dios Seth, y la cuarta sería su hijo. Bueno, Demian me ayuda en materia económica, mientras que su esposa me ayuda en lo social. Es más tranquilo tener a más personas ayudándote que hacerlo todo sola.

La esposa de Demian y yo caminamos por los pasillos de un hospital para niños. Las dos entramos a una sala de niños enfermos. De inmediato los niños se emocionan y las dos hacemos nuestras labores de voluntariado. Esta idea se le ocurrió a Megan, nos dijo a Demian y a mí que la mejor forma de hacer crecer la popularidad de los dioses, era hacer trabajo social. Estar en contacto con las personas para que ellos sientan que sus dioses están con ellos.

—Cariño, tuve una epifanía, no una embolia —respondió Demian a la idea—. Ponme a hacer otra cosa, pero no a convivir con personas. A duras penas convivo con mi familia.

—Yo no tengo problema, puedo llevar mi agua curativa y los sano. Ayudaría de cierta forma, ya que no soy la diosa de la salud.

Y así hice, les di unas pocas gotas a los niños y se recuperaron al día siguiente abandonando el hospital. También fuimos a un comedor comunitario y les entregué bolsas de comida a un buen número de personas. Y terminé mi semana leyéndole cuentos a niños y adolescentes en una biblioteca pública, que terminé donando libros y material escolar a un colegio de bajos recursos.

—Con esto haciéndolo por lo menos una vez al mes, podremos distraerlos por la falta de políticas públicas hasta que Seraphine regrese o el señor Tristan —comenta Megan leyendo una tabla con apuntes—. El recibimiento fue el esperado. Pero las gotas con los niños enfermos se robó el cariño de los ciudadanos.

—Me alegra escuchar eso —digo con una sonrisa—. ¿Cómo sabes todas estas cosas?

—Estudié con Demian lo mismo, la diferencia es que me gusta resolver conflictos, estar con las personas, a él no tanto —responde con una sonrisa—. También ayudaba a mi familia en sus crisis sociales. Como ellos son fabricantes de armas, siempre hay un sector de la población que está en contra y todo eso.

—Me gustaría que te quedaras, eres buena con esto de la resolución de conflictos —digo con una sonrisa. Nos regresamos al castillo en el carruaje y nos reciben Demian con Louisa a su lado. En cuanto la veo corro hacia a ella para darle un fuerte abrazo, ella también me devuelve el abrazo.

—¡Ese idiota me secuestró! —exclama Louisa señalando a Demian cuando terminamos nuestro abrazo.

—No te secuestré, solo le dije a tu tía que te venías conmigo porque tu mamá te extrañaba —le responde con una sonrisa socarrona.

—Sí, pero ya mi tía Luna le falta poco para parir y no tiene a nadie con ella —replica Louisa preocupada—. Además, había hecho un amigo que no sabía que la reina tenía hermanos ¿sabes qué significa eso?

—Que el reino de Luna hace falta que socialice más —Demian responde sarcástico. Louisa lo mira mal.

—Estaremos para el nacimiento de tu primo, hija. Pero ahora pasaremos tiempo juntas ¿no es genial?

—Sí, ahora todos en familia —interviene Demian con una gran sonrisa. Louisa lo sigue mirando mal.

—¿Y este que hace aquí? ¿no se supone que tiene una casa? —pregunta mi hija sarcástica.

—Estoy de visita, lo mejor de todo que ahora compartiremos habitación y nos trenzaremos los cabellos —Demian sigue metiéndose con mi hija y ella no para de fulminarlo con la mirada.

El Juego De Los Herederos (Saga Dioses Universales VI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora