Un salto al corazón

Espectáculo

Poché.

Me remuevo un tanto incómoda en el sofá, hace ya casi media hora que Daniela y la mujer, que parece vivir aquí, entraron en una de las habitaciones. No tengo idea de quién es ella, pero por lo que me pude dar cuenta entre ambas existe mucha confianza y un aire de familiaridad, de alguna manera me recuerda un poco a como se ve Dani con su mamá.

Froto mis manos sobre mis piernas, no entiendo por qué estoy tan nerviosa, tal vez sea por la ansiedad de no saber en dónde ni con quién estamos o podrían ser todavía los estragos de la adrenalina por lo sucedido.

Tengo sentimientos encontrados por todo lo que pasó en la casa de Daniela hace ya un rato. Por un lado, algo dentro de mí se alegra de que finalmente la máscara se le haya caído a Ivana y que finalmente Daniela se haya dado cuenta de lo que sucedía a sus espaldas. Pero por otro, la manera en la que se enteró... descubriéndolas bajo su propio techo y en su cama se me hace tan...

Me pongo de pie tratando de calmarme, en estos momentos no me puedo dar el lujo de sacar todo el coraje y la frustración que siento por el dolor que ese parde idiotas le han causado y sobre todo Ivana.

Me acerco al librero en el que puedo ver algunas fotografías, la mayoría son de la mujer que está con Daniela. Por su atuendo creo imaginar que es doctora, en algunas fotos aparece con algunas personas vestidas igual que ella con una impecable bata blanca sosteniendo algún tipo de diploma o reconocimiento. Hay otras en las que por como se ven parece estar de vacaciones con algunos familiares supongo. Sin embargo, es una en particular la que llama poderosamente mi atención, en ella aparecen la mujer y una Daniela un tanto más joven, tomo el portarretrato para poder apreciarla mejor.

Ambas sonríen a la cámara mientras tienen de fondo la Torre Eiffel, me sorprende ver a Daniela con su cabello más corto casi a la altura de sus hombros y lleva en su rostro una sonrisa tan natural que solo he podido verle en contadas ocasiones.

—Es de nuestras primeras vacaciones en familia —pego un pequeño brinco en cuanto escucho la voz de la mujer y la miro de inmediato —Disculpa, no quería asustarte —comenta con una sonrisa amable.

—Lo siento, no quería... —comienzo a decir apenada dejando la foto nuevamente en su lugar.

—No te preocupes, siéntete como en tu casa —asiento agradecida bajo su atenta mirada.

—¿Cómo está? —pregunto tratando de desviar un poco la atención que tiene sobre mí y porque en verdad necesito saber cómo está Daniela. La mujer suelta un suspiro mientras cruza sus brazos y su sonrisa se borra, por su semblante puedo notar lo afligida que está.

—Por fin se quedó dormida —comenta ella —Aunque no ha querido decirme que fue lo que sucedió, no necesito ser adivina ni una genio para darme cuenta de que lo que haya sido tiene que ver con Ivana.

—Sí, por desgracia así es —confirmo sintiendo de nuevo esta confusa mezcla de sentimientos dentro de mí.

—Pero discúlpame, ni siquiera me he presentado —la mujer luce apenada mientras se acerca a mí —Ximena Fuentes —me dice extendiendo su mano —soy algo así como la segunda madre de Daniela —añade volviendo a sonreír.

—María José Garzón —respondo tomando su mano —¿Segunda madre? —pregunto un poco confundida mientras suelto la mano de la mujer que ahora sé que se llama Ximena.

—Sí, bueno ya sabes, Germán su padre y yo estuvimos casados y... en fin, larga y aburrida historia.

—Entiendo —digo sonriendo un poco apenada.

Me sorprende que llevo escasos minutos de hablar con Ximena, pero algo en ella ha logrado ganarse mi confianza de inmediato.

—¿Me dijiste que te llamas María José? —pregunta como si quisiera recordar algo, yo asiento con mi cabeza un poco confundida —María José... —repite —¿tú eres Poché? —pregunta de pronto haciendo que abra mis ojos con sorpresa ¿cómo es que sabe mi apodo? Ximena parece darse cuenta porque suelta una risita —Perdona, Daniela me ha hablado mucho de ti —me aclara haciendo que me relaje —Pero por favor Poché, siéntate —me pide —prepararé un poco de café.