Secretos

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Poché.



—Conduce con cuidado y avísenos cuando hayan llegado a casa —me dice papá mientras me abraza afuera de la casa.

—Lo haré papá, no te preocupes —afirmo mientras me aprieto a él.

Me da un beso en la mejilla antes de separarse de mí y dirigirse hacia Daniela quien en estos momentos se está despidiendo de Valentina.

—Muchas gracias Dani —escucho que Vale le dice —ya con tus medidas puedo empezar a trabajar, te estaré mandando las fotos para que veas los avances —agrega dándole un abrazo.

—Claro que si Vale —responde ella —ya tienes mi número, cualquier cosa que necesites me llamas —le dice separándose de mi hermana.

Papá se acerca a Daniela y le da un abrazo afectuoso.

—Muchas gracias por recibirme en tu casa Juan Carlos —le dice a papá.

—No tienes nada que agradecer Dani. Esta es tu casa, así que puedes venir cuando quieras —responde él de manera sincera mientras le sonríe —Y nos vemos el día de la competencia —agrega él mientras le da otro abrazo.

—Estaré feliz de tenerlos ahí.

Durante el desayuno, Daniela había invitado a papá y Vale a ir a verla en el Campeonato, ambos accedieron de inmediato emocionados porque esta sería la primera vez que asistirían a un evento de estos pero, sobre todo, por la oportunidad de ver a Daniela compitiendo.

No puedo evitar la sonrisa al ver la interacción entre mi familia y Daniela, sabía que a ambos les agradaría en cuanto la conocieran, pero verlos así, como si tuvieran toda la vida y no solo unas cuantas horas de conocerse es algo que sobrepasa todas mis expectativas, ellos simplemente la adoraron.

—Deja de ser tan lenta y no dejes que se te vaya —me dice Valentina en el oído cuando la abrazo para despedirme de ella, me separo y la miro entrecerrando mis ojos, Vale se limita a sonreír simplemente haciéndome girar los ojos y negar con mi cabeza.

Luego de despedirnos de ambos, Daniela y yo subimos al auto dispuestas a regresar a Miami.

—¿Cómo te la pasaste? —le pregunto luego de algunos minutos manejando, Daniela aparta la mirada del paisaje para mirarme, giro mi cabeza brevemente y noto la sonrisa en su rostro, me gusta tanto ver esta versión de ella, una serena y tranquila.

—Muy bien —responde bajando un poco el volumen del estéreo —Tu papá y tu hermana son increíbles. Hace mucho que no me sentía así —dice con un tono de voz sereno.

—¿Así cómo? —pregunto curiosa,

—En paz... en familia —responde, aunque su tono es melancólico no noto tristeza en él —Creo que es la primera vez que veo lo que es un padre de familia.

El comentario hace que la mire por un segundo, sus ojos tienen un brillo diferente y no puedo evitar sonreír un poco más. Hablamos un poco sobre el proyecto de Vale, Daniela me confiesa que aunque mi hermana o le dio muchos detalles sobre lo que haría o porque según ella era un secreto, le mostró algunas ideas que había estado haciendo y quedó muy asombrada con el talento que tiene.

—Estoy pensando seriamente en convertirla en mi diseñadora personal —dice riendo.

—No le digas que conociéndola es capaz de morirse y de la emoción ni siquiera se entera —le respondo haciendo que ría aún más.

Un salto al corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora