Mon amour compliqué

Châtiment sacré.

Después de haber pasado la noche sin complicaciones, los médicos habían optado por comenzar con las radiografías, mientras más pronto identificaran cada lesión, el peligro de complicaciones mayores sería menor según lo dicho por el doctor.
El alivio les duró poco cuando notaron una fractura más, fue la espalda baja la que presentó un gran problema y regresó a mi bichito al estado grave. Requirieron una intervención más, aunque claro, en su estado de coma y al tratarse de un procedimiento que tocaba la delgada línea entre lo neuronal, se necesitó de un equipo médico amplio.
Fueron cinco tortuosas horas las que tuvieron que pasar para que la noticia sobre la salida de quirófano llegara a sus padres y a mí.

Unos días después detectaron una infección, nada de gravedad, la administración de antibióticos fue suficiente para combatirla. La mayor preocupación que llegó a nosotros a raíz de aquello fue que su cuerpo terminara rechazando el implante, no me importaba el coste de uno nuevo, estaba dispuesto a gastar toda mi herencia por verla recuperada, sin embargo, deseaba que aceptara el que se le había colocado, era una pieza permanente, si su cuerpo lograba aceptarlo, no necesitaría someterse a más operaciones en el futuro, eso era lo que deseaba, no quería que su cuerpo se lastimara más con una cirugía ya antes realizada.

Una semana después de dar fin a los procesos quirúrgicos, los médicos dejaron de lado su estado "grave" para pasar a ser "en observación", requirió de un mes más para ser declarada "en recuperación", un avance que no podía hacer otra cosa que no fuera aumentar mi alegría. Aún así me dolía visitarla y tener que verla inconsciente, conectada a una máquina que le suministraba oxígeno... ¿y si se sentía atrapada? No tenía manera de saberlo, aún así, y sin saber si me escuchaba o no, me gustaba hablarle durante toda la visita.

-Buenas tardes, my lady, ¿cómo amaneció mi princesa? Espero que bien, el doctor dijo que la fisioterapia está resultando excelente, también dijo que si todo sigue así, despertarás con bajo riesgo a complicaciones adicionales. Está bastante sorprendido, aún no puede creer que hayas avanzado tanto, pero tú y yo sabemos que no es imposible para tí... me alegra mucho, no tienes idea de cuánto, mi heroína... y no soy el único por lo que veo, quería traerte flores, pero parece que todos nuestros amigos están compitiendo por ver quien te regala el ramo más grande y lindo, ya parece un altar a la diosa más hermosa de todas. Claro que sé que mis rosas son mucho mejores y siempre serán tus favoritas, pero elegí comprarte mejor un pequeño amigo que estará aquí a tu lado hasta que despiertes... ya, te diré la verdad, sabes que jamás he sabido mentirte... (este osito le servirá de refugio a Tikki, insiste tanto que creo que me convenció)-

-¡Sí, me quedaré a cuidarte, Marinette, ¿no estás feliz?!-

El silencio de ese rostro sereno fue lo único que la kwami recibió, y por un momento, mis ojos se cristalizaron al notar como poco a poco la emoción de Tikki iba disminuyendo hasta dejar caer sus antenitas, sabía que también le dolía ver a su portadora así, todos estábamos igual.

-Tranquila, no lo demuestra pero, s-seguro que está feliz-

-¿En serio?-

-Por supuesto que sí, siempre te ha tenido-

-... Cierto, no me moveré de aquí hasta que ella despierte, la cuidaré como ella me cuida a mí-

-Así se habla, ¿la escuchaste, hermosa? No te preocupes, así no percibas ningún ruido, debes estar segura de que Tikki te acompaña, estará justo a tu lado... otra cosa, ya sabes que no hay presiones por parte de nadie, puedes despertar en el momento en que tú quieras, ¿sí?, te esperaré el tiempo que necesites. Creo que eso es todo, así que... ya te dejo descansar, mi amor, tengo asuntos que atender, no más importantes que tú, pero necesito asegurarme de que esto quedará totalmente arreglado y después enterrado. Tus padres esperan afuera, están ansiosos por hablar contigo... cuídala Tikki, y escóndete, ¿de acuerdo?-