Il est temps de réfléchir

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Adrien.

Mis ganas estaban por los suelos ese día, entendía que ella necesitara tiempo después de contarle mis estupideces, pero no imaginé que eso me afectaría tanto.
Mi cabeza comenzaba a idear miles de escenarios de un futuro cercano, y ninguno de ellos era alentador, lo peor que podía pasar ahora sería que ella decidiera no perdonarme y punto... y si así fuera, lo entendería, era consiente de mis malas decisiones, quizá tan solo debimos hablar como una pareja normal y ya... porque no, no me arrepentía de no haberle dicho nada de lo de Gabriel, ella era tan terca que tan solo habría complicado las cosas, mi padre es un hombre difícil... ojalá ahora lo entendiera bien y no se le ocurriera alguna locura.

-¿Por qué la cara larga?-

-No empieces Plagg, como si no supieras-

-No, en serio, no sé cual es la razón, ¿no estaban bien esta mañana?-

-Pues considerando el que se haya ido sin siquiera decirme nada y el que me cerrara la puerta en la cara cuando llegué a su oficina... tienes razón, seguro estoy exagerando y estamos excelente-

-Bien, entendí... solo déjala en paz estos días y ya-

-Es lo mejor... en todo caso, ni siquiera sé que más hacer, y no me arrepiento de habérselo dicho, tenía que-

De verdad era difícil hacerme la idea de no buscarla, pero lo haría si ella lo necesitaba.
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-Entonces... ¿te odia otra vez?-

-No lo sé-

Los cinco me miraron por varios segundos, ya no sé si les daba lástima o que, ¿el lado bueno?, son mis amigos.
Me dejé caer en la mesa del lugar, ocultándome con ayuda de mis brazos... sí, esto era estar en abstinencia, la peor de todas: no poder ver ese hermoso rostro que tanto me enloquecía, podría llorar incluso.

-Hey, no te desanimes rubiales, necesita tiempo, entiéndela, además, tienes suerte, mi florecita está a favor de ustedes dos juntos, cualquier cosa sé que aconsejará bien a Marinette-

-Si no es que ya me ve como una basura, Marinette le cuenta todo, no sería extraño-

-Seguramente, a Alya ya se lo contó, no ha parado de tontearte desde el miércoles, dice que en cuanto te vea te dará un buen golpe por idiota-

Eso no ayuda, Nino...

-Pues... en realidad nosotros solo la hemos visto centrada en el trabajo, eso sí, Victoria le ha hecho mucha compañía esta semana, pero fuera de eso, yo no la he notado diferente, ¿tú que dices Eric?-

-Tan solo lo está procesando, en el momento en que se vean todo será mejor. ¿No tienen prueba de vestuario programada para el lunes?-

-Sí, pero no tengo idea de cómo actuar, ¿qué le digo, cómo me comporto, menciono aquello, le pregunto lo que piensa?, no sé que hacer-

-Adrien, la conoces mejor que nadie, ¿cómo no vas a saber cómo proceder?... mira, creo que lo mejor sería no decirle nada, si ella quiere hablar, lo hará... está bien que le des tiempo, estoy seguro de que lo apreciará-

Cierto era que me sentía perdido... pero de acuerdo, Luka tenía un buen punto, y si todo quedaba en manos de Marinette ahora... ¡Agh, eso era lo que más ansioso me tenía!, yo no podía hacer nada.

La caminata a casa fue tan aburrida como las anteriores, me sentía demasiado patético, todo por una mujer... de acuerdo, no era eso, era por sentirme así cuando ella ni siquiera me había dicho nada.

Sí, definitivamente patético es la palabra ideal...

Marinette.

Sin duda estaba un tanto sorprendida, no esperaba que Adrien se alejara de la nada, sí, quizá me había pasado un poco cuando le cerré la puerta en la cara...o no, en realidad agradecía que no estuviera rondando por esta semana, no tenía idea de cómo sentirme con él cerca, pero no estaba molesta, sí me daban ganas de ir y torturarlo un poquito, pero nada más un poco, quizá jalarle los cabellos, después estoy segura que me sentiría mal conmigo misma y me pondría a mimarlo y besarlo hasta que volviera a sentirme bien con él.

Mon amour compliquéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora