Notre faute

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Luego de ese día las veces en que me cruzaba con Adrien eran pocas,el señor Agreste había hecho un descanso de esas falsas sesiones de fotos románticas a su lado,el público estaba más que atento a cualquier movimiento,el cual me tenía un tanto inquieta...él quería un beso...no me molestaba para nada,y ese era el problema...¿debería molestarme?,quizá,pero no lo hacía,es más,últimamente cada que Adrien sacaba a flote su lado romántico yo no hacía nada más que seguirle el juego,varias veces llegué a "torearlo" con un beso,cosa que jamás llegaba.

Arthur estaba en una situación totalmente distinta,nuestras conversaciones últimamente se tornaban extrañas y frías,estaba molesto y lo sabía,pero incluso las noches a su lado eran totalmente falsas,ya no notaba el mismo cariño con el que habíamos comenzado,y con cada beso suyo mi culpa seguía creciendo,no había más que inseguridad en él,y yo ya no sabía como calmarlo.

-...¿Estás bien hermosa?,te noto algo desanimada-

-Sí...un poco estresada pero,luego de esto,tendré un descanso...¿listo,ya te ajusta lo suficiente?-

Pregunté una vez que me alejé un poco para verlo estirarse un poco,otra de las pruebas de vestuario,ya casi se acercaba la pasarela donde él participaría.

-Bastante mejor...adivino...Arthur-

-...Sí,supongo que sí-

-Yo mismo lo he notado algo malhumorado últimamente...me barre con la mirada-

Dijo esto último con una pequeña risa,cosa que me hizo enfurecer al momento,ya era mucha tranquilidad de su parte.

-¿De verdad eres idiota o te haces?-

-¿Qué?,¿y ahora por qué?-

-Es que eres increíble,¿cómo no va a estar así?,si lo único que haces es coquetearme sin importar mi relación con él,y peor,¡enfrente de él!-

-Oye un segundo,¡ahora resulta que todo es por mí!,lamento recordártelo pero tú también tienes algo de culpa,tu perversa mente no parece estar muy arrepentida cada que disfrutas siguiéndome la corriente,se nota que te gusta jugar con la gente-

-Sí,acepto aquello,pero lo que me irrita tanto es el que tú te mantengas tan tranquilo con todo esto,¿no te das cuenta?,¡ponte en su lugar!,¿qué harías si estuviéramos juntos y un cínico se me insinúa frente a tí?-

-Le parto la cara-

-...¡Agh,es que es imposible hablar contigo,jamás quieres tomarte nada en serio!-

-Lo lamento queridita,pero no quieras venir y echarme la culpa del fracaso de intento de relación que mantienes con ese tipo,créeme que entre él y yo a quien más le duele esta situación es a mí-

-Esto ya no se trata de nosotros Agreste,lo que había entre tú y yo se apagó hace mucho tiempo...¡entiéndelo de una maldita vez!-

Su rostro mostró desepción e ira al mismo tiempo,nuestras miradas permanecieron conectadas en pie de guerra,tal como las anteriores veces en las que discutíamos.

Casi sin advertencia comenzó a desabotonar la camisa que antes le había brindado,dejándome más que confundida luego de dejar su exquisito torso al decubierto y siguiendo con el pantalón.

-¿Qué rayos haces?...vístete por favor-

-No empieces,como si no me hubieras visto así antes-

-Ahí está el probador,¿no lo estás viendo?-

-Pues no parece que esto te incomode,tus ojos te traicionan-

Dijo con fastidio mientras mis mejillas se ruborizaban y mejor apartaba la vista aún con mi gran orgullo y enojo presente,entrando en una extraña situación en el momento en que comenzó a acercarse lentamente a mí apenas vestido,acorralándome contra la pared.

Mon amour compliquéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora