3. Coincidencia Cósmica.

285 33 69
                                    

Post Civil War.

Le dolía el brazo otra vez, en su mente se reprendía por haberse quitado el cabestrillo tan presurosamente.
Se giró nuevamente hacia la izquierda, acababa de voltearse pero estúpidamente pensó que ya había desgastado esa posición, volteó también la almohada para que esta estuviese del lado más helado. Pesadamente dirigió sus ojos hasta la mesa de noche, allí el reloj minimalista qué él mismo había fabricado, le indicaba que ya eran las dos de la mañana con veintidós minutos.

Maldijo entre dientes, realmente añoraba que la oscuridad de la noche cesara y que los rayos del sol traspasaran por el cristal de su habitación, las mañanas y los días soleados no eran tan deprimentes como las noches y madrugadas solían serlo.

¿Qué es peor que la traición de un amigo? De alguien que creyó que podría dar la vida por él, pues a pesar de su actitud, Stark siempre hubiera entregado su vida por la de Steve. Se reprochaba, como todas las noches, su ingenuidad, ese tipo no merecía ni su amistad ni su odio, pero nada podía hacer, ya le había entregado su sincera amistad y ya le odiaba.

Había quedado como el malo en todos los aspectos posibles. Él solamente quería sentir que había un control, que de haber daños colaterales, lo cual eran vidas inocentes, no sería solo su culpa, ya estaba harto de sentir culpa, esta ya se sabía el camino a la cama de Tony y no cedía una sola noche. Él quería ayudar a la gente, por supuesto, pero, irónicamente, necesitaba alguien que le dijese qué hacer y cómo hacerlo. Y, como si no fuera suficiente, quedó como el autor intelectual de la desintegración de los vengadores.
Él nunca deseó eso, nunca deseó pelear con sus amigos, nunca deseó ocasionar ese gran problema, que Clint, Sam y Wanda terminaran tras las rejas, no quiso que Rhodey cayera desde lo más alto, jamás lo hizo.

Si tuviera la opción de revertir todo eso, lo haría, pero la pregunta era, ¿Qué era lo que tenía que cambiar para que la historia no terminara igual?

Se levantó de la cama, se rindió, otra vez no podría dormir.

Se vistió tratando de mantener la mente en blanco para no pensar en que, la única familia que tenía, había desaparecido otra vez. Bajó hasta la cocina y se preparó un café tan rápido como pudo.

No tenía ni idea qué iba a hacer a esas horas, ¿Qué podía hacer?
Se sentó en el sofá en dónde habían discutido por los acuerdos hacía tan solo un par de días. ¿Qué se supone que un mediocre multimillonario hace con su soledad y su melancolía a las dos de la mañana?

Recordó la pelea en el aeropuerto, pensó en como, vergonzosamente, su armadura había fallado porque el tipo con el traje ridículo se había encogido y se había metido en las ranuras de este. Esa era una gran desventaja, no podía salir a las calles así nuevamente, si es que algún día iba a hacerlo otra vez.

Encontró un defecto, sonrió, porque por ende había encontrado también una excusa para ir al taller.

Bajó rápidamente no sin antes llenar nuevamente su taza de esa sustancia tan adictiva.

—Friday, tengo una idea necesito tu ayuda...

Sería definitivamente una madrugada larga.

Sería definitivamente una madrugada larga

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
What If... (Starker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora