28. Codicia Sentimental.

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Para Peter era realmente complicado no verse en millones de futuros alternos en los cuales él, acompañado de ese hombre que yacía a un lado de él, en la cama, vivían felices amándose.

De vez en cuando se castigaba por esos pensamientos, recordaba lo que el mayor le había dejado muy en claro, que entre ellos lo único que podría existir sería esa amistad extraña pero llena de vida y amor inventado.

Llevó su mano hasta la espalda del millonario y recorrió ésta con ahínco, como grabándose cada centímetro de piel en su memoria, le gustaba sentir que al menos por unos días, el señor Stark le pertenecía, aunque sabía que no era así.

¿Le habrá pertenecido ya a alguien, señor Stark? Quien podría ser ese afortunado o afortunada, les envidio a todos los que alguna vez tuvieron este sexo maravilloso además de sus sentimientos puros.

La mano no se detuvo cuando la espalda había acabado, más bien retrocedió en ella para grabarse también el camino al revés. Por un momento quiso ser esa mano y, con solamente el deseo de echarse atras, volver a vivir todo lo que hasta ese instante habían vivido, para luego llegar otra vez hasta ese momento en específico y así se volviera un bucle. Un bucle de felicidad.

—¿Para qué vino aquí?

Peter sabía que el mayor estaba despierto, pero había una complicidad de silencio que Peter decidió interrumpir.

—Una pieza para algo que estoy haciendo, nada interesante en realidad. —dijo con los ojos cerrados en la misma posición.

—¿O algo privado?

El mayor se dió la vuelta dejando ahora su torso en ese lugar donde la mano de Peter acariciaba su espalda. El movimiento siguió, iba a memorizar ahora esa parte de la anatomía de Tony.

—Tal vez. No seas un loco, no voy a hacer otro robot genocida, puedes decirle al hombre araña que todo está bien, es una tontería.

—El hombre araña no vino, se quedó en casa metido en mi habitación.

—Eso es bueno, bastante bueno, necesitabas un descanso de él.

—Lo sé.

Peter jamás había tenido tanta confianza con otro hombre como para yacer a su lado, aún estando ambos desnudos, tocándose por instantes y jugueteando como dos amantes que saben que después de una noche ya no podrán volver a verse.

Peter se preguntaba qué noche sería esa, quería estar con Tony el mayor tiempo posible pero también sabía que la vida no funcionaba a su antojo. Tenía genuino miedo de volver a sentir todo lo que había sentido cuando patéticamente decidió alejarse de Stark.
Sí existían Dioses ellos ser reían de él.

Era mejor preocuparse por el futuro en el futuro, ¿no?

—Quedémonos a vivir aquí.

Stark rió, Peter pensó que quizá esa era la frase que sus amantes solían decirle cuando deseaban más que solo encuentros fortuitos y causales, y así mismo como él se burlaba de Peter, así mismo se reía de todos los demás. Al menos ya formaba parte de "ésos".

—Eso no es muy heroico que digamos.

—Le dije que el hombre araña no estaba acá.

—¿Peter Parker quiere quedarse aquí?

—Sí. Pero es una locura, es uno de esos pensamientos que uno tiene cuando se siente libre.

—Sé, mejor que nadie, como son esos pensamientos. Preocúpate cuando no estén.

A Peter le parecía una locura la facilidad con la que entablaban una conversación tan casual mientras que, dentro de aquella cama suave y ostentosa, sus cuerpos estaban indecentemente juntos.

What If... (Starker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora