38. Diez Minutos.

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Todo su raciocinio lo abandonó en ese preciso instante. Era como una bocanada de aire puro y fresco después de casi morir ahogado.
Era vida en la muerte, luz en la oscuridad, calma en el desastre, un abrazo en una tormenta de desastrosos sentimientos.

“¿Cómo está? Lo extrañé mucho todo este tiempo, ¿qué ha pensado de lo que le dije?”

“Estoy bien, preferiría hablar contigo en persona.”

Peter estaba temblando y no sabía con exactitud cuál era el motivo. Es decir, obviamente que eso lo provocaba el señor Stark pero no sabía qué sentimiento era el cual lo hacía temblar como si fuera la primera vez que estuviera hablando con el millonario.

Los ojos se le iluminaron aún más cuando observó lo que el millonario había redactado con sus propios dedos. Eso indicaba que iba a verlo otra vez.

“Usted fue el que me alejó” —quiso quejarse pero no redactó nada, se quedó pensando un par de segundos, no quería apresurarse pero también quería responderle lo más pronto posible, temía que cualquier acción suya lo hiciera cambiar de opinión, ni siquiera sabía cuál había sido el motivo por el cual tan radicalmente decidió tomar distancia de él.

Quería respuestas pero no quería respuestas. Se sentía ambivalente, totalmente indeciso.

“Sí, yo también. ¿Puedo ir al complejo?”

“Sí, ven mañana después de la universidad.”

“Está bien, perdón si hice algo que lo ofendió en algún momento, jamás quise que se alejara así de mí, me hizo mucha falta.”

“Ya hablaremos de eso.”

Se acostó en la cama con una emoción indeleble en su ser. Se sentía el ser más afortunado del mundo aún sabiendo perfectamente que no lo era.
Merecía esa explicación que el mayor quería ofrecerle. Por su mente ya rondaban mil posibles motivos pero ninguno parecía tan ruidoso como para que hiciera eso que le había quebrado en mil pedazos todos los días. Aún así, sabiendo que ese hombre lo había destrozado, lo único que quería era regresar a ese lugar tan seguro que era su vida con él a su lado. No importaba nada más, lo único que deseaba era volver a abrazarlo y decirle en persona cuánto lo había extrañado.

Era como si el viejo Tony Stark hubiera regresado y ese otro, ese que lo abandonó, hubiera desaparecido.

Se durmió con la latente emoción de esa plática pero antes de cerrar sus ojos le pidió a la vida que al despertar todo eso siguiera siendo real, ya que si despertaba y todo había sido solo un sueño, sería el ser más desdichado de todos.

Se durmió con la latente emoción de esa plática pero antes de cerrar sus ojos le pidió a la vida que al despertar todo eso siguiera siendo real, ya que si despertaba y todo había sido solo un sueño, sería el ser más desdichado de todos

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Tony se encontraba sentado en su sofá mirando hacia el cristal el cual desempeñaba el papel que normalmente una pared de concreto haría. Siempre había preferido esos diseños ya que dentro de cuatro paredes, dónde no podía mirar a su alrededor, se sentía un prisionero de su maldita realidad.

What If... (Starker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora