What If... (Starker)

4. El Hombre Araña.

Todos en el lugar vociferaban asustados, al mismo tiempo que trataban de evacuar el lugar puesto a que el mounstro gelatinoso gigante podría hacerles daño.

Iron Man llegó hasta el lugar en dónde se encontraba Venom. Tenía que hacer algo y no sabía con exactitud qué, ni siquiera sabía con exactitud qué era esa cosa, lo había estado estudiando pero nada parecía relevante, solamente parecía una bacteria de otro mundo, lo cual le pareció que era algo totalmente normal sin embargo ahora parecía algo mucho más escalofriante y peligroso.

—Quienquiera que seas no perteneces aquí —demandó Stark.

Cuando el simbionte volteó a verlo logró observar una apariencia horrible, cual mounstro sacado de una película de terror.

—¡Nooo! —gruñó el simbionte rugiendo como un león.

—Ay, ya qué —no tenía más que pelear, como siempre.

El simbiento se acercó a toda velocidad hacia él con la única intención de golpearlo y quizá matarlo, este levitó aun más para ser inalcanzable para Venom.
Luego se propulsó para golpearlo lo cual consiguió. La sorpresa fue cuando su mano, protegida por su armadura, empezó a hundirse en la cara del mounstro, rápidamente intentó sacarla pero lo único que logró que esta saliera fue el golpe que le proporcionó venom mandandolo hasta el fondo de la habitación.

Suspiró pesadamente, a pesar del traje habían momentos en los que si le dolían los golpes.
—Friday, ¿qué estoy combatiendo?

—Al parecer el simbiente Venom necesita de un huésped para sacar a relucir todo su potencial, este huésped tiene que ser muy compatible con él mismo y así logran una simbiosis.

—Pudo tomarnos como huésped a cualquiera de nosotros —se reprochó por no ser más cuidadoso.

—Por suerte ninguno era lo suficientemente compatible.

El mounstro se acercaba nuevamente hasta el millonario quien se ponía de pie, sin embargo observó como un tipo en una especie de pijama le propinó una patada al simbionte y salieron disparados por una ventana.

—¿Y ese quién es? —le preguntó a su IA.

—No puedo reconocer su rostro.

Tony se propulsó velozmente cuesta abajo de la torre, no sabía si ese tipo era cómplice o algún tipo de refuerzo patético.

El mounstro cayó al suelo y rápidamente toda la gente del lugar comenzó a correr lejos de allí, pensaba que para todas las personas vivir o trabajar cerca de su torre era un total infierno, vivir con el miedo de que un día un mounstro gelatinoso caiga del cielo acompañado de un hombre en pijama y Iron man no parecía tan atractivo.

El otro hombre también cayó pero se ayudó con una cuerda para no caer tan fuertemente al suelo.
El mounstro se abalanzó tan rápido como hacía un rato pero ahora contra el hombre misterioso, este disparó su cuerda hacia una pared alta y esquivó al simbionte. Tony estaba intrigado, sin embargo ya tendrían tiempo para charlar, por ello se acercó al mounstro y lo pateó ocasionando que este volara por los aires por un rato, luego Peter en su traje casero le propinó otro golpe que lo estampó contra la pared de un establecimiento, rápidamente le disparó suficiente telaraña para dejarlo inmóvil.

—¿Qué es eso? —le preguntó a Iron Man mientras seguía disparando de sus telarañas.

—¿Quién eres tú?

—Soy el hombre araña.

—¿El qué? —se burló inconscientemente.

—El amigable amigo y vecino hombre araña.