What If... (Starker)

30. Comparecencia.

Peter quedó paralizado ante esa escena al igual que Edgar quien con los ojos bastante abiertos, observaba a aquel chico que acababa de condenar a la muerte.

Peter, aún luchando contra su repentina sorpresa, se puso de pie y rápidamente le dió un golpe a aquel hombre.
Éste igual de perdido, logró, aún así, mantenerse de pie.

—Peter, espera.

El mencionado no quería oír nada y mucho menos esperar. Se sentía un poco decepcionado, él realmente hubiera deseado una amistad real con Edgar, Peter ahora se daba cuenta de que, éste no solo era el líder de los underground, si no que también era un peligro para May.

—¡¿Qué quieres con mi tía?!

La pelea no terminaba, ambos seguían moviéndose y tratando de defenderse de los golpes ajenos.

—¡Espera, no es lo que parece, déjame explicarte por favor!

Peter pensaba que la situación se daba a explicar bastante fácil, había que ser un estúpido para no darse cuenta de ella.
Peter le lanzó un derechazo el cual Edgar esquivó para luego lanzarlo al suelo lo más pasivo que pudo.

Realmente no quería hacerle daño a nadie más.
Se puso encima de Peter, como dejándolo sin ninguna salida más que escucharlo.

—¡May no tiene nada qué ver en todo esto!

—¿Qué es "todo esto"?

Peter se sentía bastante idiota, su sentido le había fallado o éste se había apagado automáticamente cuando, estúpidamente, había confiado en aquel hombre que ahora lo tenía atrapado.

—Roxxon, ellos son malos, esta empresa tiene que morir, ellos lo merecen.

—¡¿Por qué, cual es la razón por la cual quieres acabar con ellos que lo único que hacen es ayudarnos?!

Edgar, como doblegándose, se alejó un poco de Peter para que éste no se sintiera atrapado y amenazado.

—Sé que desde tu perspectiva nosotros parecemos los malos que solamente desean acabar con una empresa sin ningún motivo aparente. Hay más razones de las que crees, Peter. Ese hombre, Simon Krieger es un hombre que ama el poder, él es un corrupto, lo único que va a hacer es convertir a todo Nueva York en una bomba de tiempo que tarde o temprano explotará. Su energía no es confiable, es inestable.

Peter no se creía del todo esa declaración pero hasta cierto punto tenía razón.
¿Por qué una persona como él se empeñaría tanto en derrocar una empresa sin una razón?

—¿Se supone que debo creerte?

—Sí. Tienes qué hacerlo, al igual que tú, yo amo está ciudad. Ahora puedes ayudarme a arreglar todo, a evitar que ellos tomen el control de todo.

—¿Tienes pruebas de lo que dices? De qué Roxxon no es lo que parece.

—Sí, observa.

Fue entonces que Peter recibió un aparato parecido a aquel que ya había revisado antes. En éste se visibilizaba una animación en la cual, dolorosamente, toda la ciudad era afectada por varias explosiones mucho más gigantescas que las que los underground planeaban crear, éstas acabarían con muchísimas personas.

—Sé que no confías en mí, chico. Está bien, no lo hagas. Pero te pido que me ayudes a hacer lo correcto, no podemos dejar que estas cosas —Edgar señaló el generador a sus espaldas— funcionen, una vez que suceda, será mucho más difícil detenerlos.

Peter se encontraba en una encrucijada moral que le carcomia cada neurona de su cerebro. Era una decisión bastante compleja, no era algo que después de un segundo tendría una respuesta.