Capítulo 16:
Noir regresó temprano en la mañana, el sol apenas asomaba en el horizonte, pintando el cielo con tonos cálidos que contrastaban con la tensión en el aire. Los machos que custodiaban la entrada de la aldea observaron las cuatros rayas en el brazo de Noir con una mezcla de respeto y temor. Sabían que su regreso significaba un cambio en el equilibrio de poder. A lo lejos, los aullidos y gruñidos resonaban entre los árboles, una sinfonía salvaje que anunciaba la presencia del regreso de Noir.
Noir, visto por los machos de la aldea como si fuera un veterano de guerra, era una figura enigmática, envuelta en misterio y sombras. Su aura imponente le otorgaban un aire de peligro y autoridad que pocos se atrevían a desafiar.
Mientras tanto, Lalabel estaba desayunando cuando los primeros aullidos alcanzaron sus oídos. Levantó la mirada, el gesto de preocupación dibujado en su rostro, y buscó la mirada de Yang en busca de respuestas. Yang, con sus orejas de lobo manifestándose en su cabeza, agudizó sus sentidos, captan los sonidos distantes con una precisión. Lalabel lo zarandeó por los hombros para que le diera noticias acerca de Noir.
Yang, la noticia salió de sus labios en un susurro tenso: — Noir ha regresado a la aldea y ahora es un Tetra marcado.
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Era una fresca mañana de primavera cuando terminé de desayunar rápidamente, sintiendo la urgencia de salir y buscar a Noir. La luz del sol apenas empezaba a filtrarse entre las copas de los árboles, pintando el paisaje con tonos suaves y cálidos. Salí de la cabaña y me quedé en la entrada, con el corazón latiendo rápido en mi pecho mientras escudriñaba el horizonte en busca de la figura de mi compañero.
Y ahí, en la distancia, lo vi. Noir, ahora con una imponente figura de macho tetra marcado, su cuerpo y brazos robustos, destacaba entre el sendero de la aldea. Sus rasgos, ahora eran más atractivos y seductores.
Cuando nuestros ojos finalmente se encontraron, fue como si el tiempo se detuviera. Noir salió corriendo hacia mí con la misma velocidad con la que late mi corazón. Era como si fuéramos viejos amantes que se reencontraban después de años de separación, con toda la añoranza acumulada en cada paso que nos acercaba el uno al otro.
Y entonces, nos abrazamos. Fue un abrazo lleno de emociones contenidas, de alegría por volver a encontrarnos. Mis preocupaciones se desvanecieron cuando Noir estuvo en mis brazos.
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En lo profundo del bosque, donde los árboles se alzaban majestuosos y el aire estaba impregnado con el perfume de la naturaleza, se encontraba la pequeña aldea. En este día particular, el bullicio y la emoción se extendían por sus senderos, pues cuatro hembras, entre ellas Lalabel, estaban a punto de experimentar su primera unión con sus respectivos compañeros.
En el corazón de la aldea, donde la luz del sol se filtraba entre las ramas de los árboles, se preparaba una ceremonia especial. Los habitantes tejían guirnaldas de flores silvestres, adornaban los caminos con pétalos de flores y encendían antorchas para iluminar la noche que se avecinaba. Cada detalle, cada gesto, resonaba con la expectación y el amor que envolvían la aldea.
Las otras tres hembras, con sus propias mezclas de emoción y expectativa, se preparaban también para unirse a sus amados en un vínculo sagrado.
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El suave murmullo del agua llenaba el pequeño baño mientras Teru me ayudaba a prepararme para el momento especial. Sus manos hábiles y cariñosas se movían con destreza, acariciando mi piel con suavidad mientras me sumergía en el baño tibio, tratando de calmar los latidos frenéticos de mi corazón.
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El ultimo paraíso de las bestias
RomanceLalabel una Estudiante de 3 er año de veterinaria, sufre un accidente en la calle y después de la caída conoce a un misterioso anciano, la transfiere otro mundo de Fantasía donde los animales se transformar en humanos. Lalabel y sus esposos reco...