Capítulo 15: El Tetra marcado y su regreso a casa
La feroz batalla con la Dinolaurus hembra alcanza su punto álgido cuando de repente, el suelo comenzó a temblar bajo mis garras extendidas. Un rugido ensordecedor resonó en el aire, y la atención de la hembra Dinolaurus se desvió hacia la fuente del tumulto. La tierra temblaba con cada paso, y pronto quedó claro que una estampida de Dinolarans se aproximaba.
Eran criaturas de tamaño mediano pero robustas, como tanques vivientes, avanzando en una marea imparable. Mi instinto de cazador se agudizó, comprendiendo que enfrentar a la hembra Dinolaurus y la estampida al mismo tiempo era un desafío monumental. Intenté liberarme de las garras de la hembra, pero su fuerza era abrumadora.
La estampida se aproximaba rápidamente, y la tierra temblaba con cada paso de las criaturas. La hembra Dinolaurus, aprovechando mi distracción, apretó sus garras con más fuerza. Forcejeaba, batiendo mis alas con desesperación para liberarme de su agarre, pero su tenacidad era implacable.
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En el centro de la aldea, Yang convocó a todos los hombres para una reunión importante. El sol se filtraba entre las ramas de los árboles, creando un juego de sombras en el claro donde se congregaban. La expectación flotaba en el aire mientras la comunidad se agrupaba, sus rostros reflejando curiosidad y anticipación.
Yang, con su presencia imponente, tomó la palabra en el centro del círculo formado por los aldeanos. —Hoy nos reunimos para dar la bienvenida a un nuevo macho que se integra a nuestra aldea, —anunció con solemnidad. Los ojos de todos se posaron en él, ansiosos por descubrir el motivo de la convocatoria.
Entre la multitud, Teru permanecía de pie, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. Sus ojos brillaban con una chispa de expectativa mientras Yang continuaba hablando. — El es Teru ha sido aceptado como compañero de mi compañera Lalabel. Formará parte de nuestra aldea, proclamó Yang, extendiendo los brazos en un gesto que abarcaba a todos los presentes.
Un murmullo de sorpresa y aprobación recorrió la asamblea. Teru sintió un nudo en la garganta, pero también experimentó una oleada de gratitud y pertenencia. Había llegado a la aldea como forastero, pero ahora se le reconocía y aceptaba como parte integral de la comunidad.
Los machos intercambiaron miradas, evaluando a Teru. Yang, con un gesto amistoso, indicó a Teru que se acercara al centro. El corazón de Teru latía con fuerza mientras caminaba hacia la luz, consciente de que todos los ojos estaban puestos en él.
Yang continuó hablando, elogió su travesía y cualidades únicas de Teru, destacando su valentía y compromiso. Los machos sentían y formaban una conexión con el nuevo miembro de la tribu.
Teru, al escuchar las palabras de Yang y percibir la calidez de la respuesta de la aldea, se sintió abrumado por una mezcla de gratitud y felicidad. La reunión concluyó con aullidos y gruñidos de los machos, se disiparon y continuaron con sus actividades diarias dentro de la aldea.
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A medida que la aldea celebraba la incorporación de Teru, los ojos de Tarish destilaban resentimiento. Se mantenía en un rincón apartado, observando con gesto adusto la felicidad que envolvía a la comunidad. La noticia de la aceptación de Teru por parte de Lalabel había desatado una tormenta de celos en el corazón de Tarish.
Orus, desde una rama cercana, había notado la mirada sombría de Tarik. Descendió con agilidad, posándose junto a su amigo con preocupación reflejada en sus ojos. —Tarish, ¿qué te sucede? No puedo ignorar la envidia en tu mirada, —expresó Orus, buscando entender la razón detrás de la actitud de su compañero.
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El ultimo paraíso de las bestias
RomanceLalabel una Estudiante de 3 er año de veterinaria, sufre un accidente en la calle y después de la caída conoce a un misterioso anciano, la transfiere otro mundo de Fantasía donde los animales se transformar en humanos. Lalabel y sus esposos reco...