Destino en el tiempo

Capítulo 73: Destino en el tiempo Arco 2: Parte 29

Resultó exactamente como Shirou esperaba. Emily no había necesitado su ayuda para asegurar su puesto. Al final resultó que, el impacto de su apoyo, fuera un verdadero mago o no, había sido mucho más que suficiente para elevar las probabilidades de Emily de convertirse en heredera de alrededor de treinta a garantizadas.

Independientemente de los méritos, logros o avances en hechicería que pudieran producir sus competidores rivales, los vínculos con otro mago que podría crear Noble Phantasms tenían mucha más relevancia para albergar a Barthomeloi. En cierto modo, era como tener una conexión a la par con la estimada pero solitaria familia de magos Fraga que tenía acceso exclusivo al Noble Phantasm Fragarach. Honestamente, no se sabía mucho sobre la familia Fraga, pero se dijo que si la familia alguna vez decidiera abandonar su existencia de ermitaño, se producirían cambios importantes en la estructura de poder del Mundo Iluminado por la Luna. Esto demostró cuán fundamental podría desempeñar Noble Phantasms en la batalla y la política contra otros magos.

Cuando la Casa Barthomeloi consideró más a fondo el punto de que un verdadero mago podría estar apoyando a Emily desde atrás, el actual jefe de familia habría sido un tonto si hubiera elegido otro candidato a heredero. Más aún después de que ella transmitió la intención de Shirou de dar una copia de un Noble Phantasm rastreado para que la casa Barthomeloi lo investigara.

Ella estaba obviamente eufórica. En una rara muestra de emoción dentro de la Casa Barthomeloi, una sonrisa melancólica apareció en su rostro. Mejor aún, nadie se atrevió a despreciarla o ridiculizarla por su falta de autocontrol. Sus tías y tíos que alguna vez la habían menospreciado ya no aparecían ante ella, e incluso en la remota posibilidad de que lo hicieran, se escabullían sin decir una palabra. Otros intentaron simpatizar con ella, incluidos sus medio hermanos y hermanas. Sin embargo, ella no confiaría tan fácilmente en una cueva de lobos. En cambio, prefirió dirigirse a la pequeña cabaña que había sido preparada para que Shirou y los demás durmieran la noche anterior.

Ya era de mañana.

La cabaña estaba separada de la casa familiar principal. Una verdadera bendición disfrazada porque estaba planeando apoderarse de la cabaña como su alojamiento personal para no tener que estar con el resto de su familia con demasiada frecuencia.

Se detuvo frente a la puerta de la cabaña, llamó y esperó a que sus amigos la dejaran entrar.

En sus manos estaban los Noble Phantasms que Shirou le había prestado la otra noche. La única excepción fue el Mjolnir (falso), que parecía imposible de manejar para nadie más que para Shirou. Dicho martillo mitológico y Construcción Divina fueron transportados mediante magia de levitación que ignoraba el concepto de peso. Así fue como el Mjolnir había sido transferido a través de los campos de batalla pasados ​​después de que Shirou luchara demasiado y se desmayara por agotamiento.

El Mjolnir (Falso) flotaba aproximadamente a un pie de distancia, y el consumo de sus reservas mágicas era bastante sustancial para mantener su hechizo de levitación. Sin embargo, era "tolerable". Por tolerable, las reservas de la mayoría de los magos se habrían agotado en este punto, pero no un miembro de la Casa Barthomeloi de los Sangre Azul.

Mientras esperaba que alguien abriera la puerta, su comportamiento casi de inmediato comenzó a cambiar cuando sus oídos se animaron al sonido de pasos. La frialdad de sus ojos fue reemplazada por calidez y alegría; la neutralidad de su expresión se volvió instantáneamente serena y despreocupada.

No estaba segura de lo que le depararía el futuro, pero era como si las pesadas nubes que una vez habían pesado sobre sus hombros finalmente se hubieran disipado. En unos pocos años, tendría el control total de la Casa Barthomeloi.