2. realista

1.2K 118 1
                                    

— Bien, comenzaré con aplicar la base.

El rubio asintió ante la indicación de Magnolia.

La maquilladora pensó que por suerte, ya le habían hecho las pruebas de alérgenos a los actores, por lo que ya sabía que productos usar y cuales no.

La base que aplicaría era un tono un poco más claro, para que el contraste con los hematomas sea aún más impactante.

Comenzó a aplicar el producto a toquecitos con una esponja.

Los ojos azules se enfocaron en las facciones de ella, encontrándola -objetivamente- preciosa.

— Me miras mucho.— dijo ella
— Perdón, no te quería incomodar.
— No me incomoda.— respondió— estoy a unos 10 centímetros de tu cara, es obvio que vas a verme.

Magnolia se impresionó a sí misma. No es como que ella fuera una chica tímida, pero definitivamente los nervios que le provocaba ese chico hacían estragos en su cuerpo. Y sin embargo, no la habían dominado por completo.

— ¿Hace mucho te dedicás a esto?— preguntó él.
— Bueno, unos 4 años de carrera, pero este es mi primer trabajo oficial como profesional.

Magnolia continuó aplicando la base con movimientos suaves y precisos, concentrándose en cada detalle de la piel de Agustín. La cercanía entre ambos creaba una atmósfera íntima, y aunque se esforzaba por mantener la profesionalidad, no podía ignorar la electricidad que parecía surcar el aire entre ellos.

— ¿Y cómo te sientes al respecto? ¿Nerviosa? —preguntó Agustín, rompiendo el breve silencio que se había instalado entre ellos.

Magnolia sonrió ligeramente, tratando de disipar la tensión que sentía en el ambiente.

— Sí, un poco nerviosa, la verdad. Pero también emocionada. Es una oportunidad única trabajar en un proyecto como este, y estoy agradecida por la confianza que han depositado en mí.

Agustín asintió con comprensión.

— Entiendo, es tu primer trabajo y es un proyecto grande.— dijo— Pero por lo que veo, Jota te tiene bastante confianza, eso ya significa mucho, creo que lo harás muy bien.

Magnolia se sintió reconfortada por las palabras de Agustín. Su tono amable y su mirada sincera le transmitían una sensación de calma que agradecía en medio de sus nervios.

— Gracias, Agus.

El joven actor le dedicó una sonrisa cálida, y por un instante, Magnolia sintió como si el tiempo se detuviera a su alrededor. Había algo en la mirada de Agustín que la hacía sentir especial, como si en ese momento, solo existieran ellos dos.

Él, por otro lado, sentía algo extraño ante las sonrisa y palabras de agradecimiento de la chica. Aún no sabía identificar lo que era.

El proceso de maquillaje continuó con fluidez, y a medida que Lía trabajaba en el rostro de Agustín, comenzaron a surgir conversaciones más informales. Hablaron sobre sus pasiones, sus sueños y su amor por el cine.

Con el paso del tiempo, los nervios iniciales de Magnolia fueron disipándose, reemplazados por una sensación de conexión genuina con Agustín. Se sorprendió a sí misma disfrutando de su compañía, de su sentido del humor y de la forma en que compartían historias y anécdotas.

Finalmente, cuando el maquillaje estuvo completo y Agustín se miró en el espejo, quedó impresionado por el trabajo de Magnolia.

— ¡Guau! —exclamó, admirando su reflejo—. No puedo creer lo real que se ve.

Agustín llegó a sentir una inquietud real al verse así.

Las ojeras hinchadas, negras y la piel un tanto pálida en contraste, lograban darle un aspecto de debilidad que ayudaba muchísimo a imaginarse lo que podría haber llegado a sentir Nando.

Lía sonrió con modestia, pero aún sintiéndose orgullosa de su trabajo.

— Gracias, Agustín. He de decir que en todo caso, creo también que salió bastante bien.— admitió — No por nada me quedé hasta las 3 de la mañana investigando.

El actor se volvió hacia ella con una expresión de sinceridad en sus ojos.

— Es realmente increíble esto, Magnolia, creo que me ayudará muchísimo a poder entender mejor a Nando como personaje.

El corazón de Magnolia dio un vuelco ante las palabras de Agustín. Nunca antes alguien había reconocido su talento de esa manera, y la hizo sentirse valorada y apreciada en un nivel profundo.

— Gracias, de verdad. Significa mucho para mí escuchar eso de ti.

Los dos se quedaron en silencio por un momento, sumidos en sus propios pensamientos y emociones. Había algo especial en el aire, una complicidad que trascendía las palabras y los gestos.

Finalmente, Agustín rompió el silencio con una propuesta inesperada.

— ¿Te gustaría salir a tomar algo después de terminar? Me encantaría seguir conversando contigo.

Magnolia se quedó sin aliento ante la sugerencia de Agustín. La idea de pasar más tiempo con él fuera del set la emocionaba, pero también la llenaba de nerviosismo.

— Sí, me encantaría —respondió con una sonrisa nerviosa—. Sería genial.

Agustín le devolvió la sonrisa con complicidad, y en ese momento, Magnolia sintió que algo especial estaba comenzando entre ellos. Quizá.

Magnolia tomó bastantes fotos de Agustín y del maquillaje finalizado para poder enviárselas a Montse y Jota, y así escuchar su veredicto final.

el tesoro || agustín pardellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora