18. traición

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— ¿Qué están haciendo?

Ambos voltearon espantados a ver al dueño de la voz.

Matías los veía con la expresión de sorpresa más grande que podía permitirle su cara.

— Mati, esto tiene una explicación.
— Y eso espero, porque a Agus no le va a gustar nada esto.
— ¡No tienes porque decírselo!— gritó Lía.

Enzo intentó calmarla pero ella rápidamente se liberó de su toque.

Matías miró hacia afuera, cerciorándose de que no hubiera nadie y cerró la puerta.

— Ok, cálmate, Lía.

La chica respiró profundamente, mientras Enzo intervino.

— Fui yo, yo la besé, es mi culpa.
— Sí, yo no me separé al tiro, pero fue porque me confundí, jamás haría algo como esto.

Matías conocía a Lía y sabía que eso era cierto.

Miró mal a Enzo, quien ya podía sentir la culpa invadiendo todo su cuerpo.

— Lía, cálmate, no voy a decir nada.— dijo Matías

Como la chica no quería el contacto de Enzo, Matías se acercó y la abrazó, intentando calmarla.

Eventualmente Magnolia de calmó.

— Perdón, yo sé que debería ser la última en llorar, pero no sé cómo se va a tomar esto Agus.
— No tenés que decirle nada a Agus.— dijo Enzo.

Matías miró a su amigo con reprobación.

— ¿Qué te metés vos?— preguntó enojado— ¿no ves que ya hiciste suficiente?

El chico tenía razón, por lo que Enzo decidió salir del cuarto con la excusa de fumar, para así poder replantearse todas sus acciones.

— Lía, yo no le voy a decir a Agustín.— dijo Matías — Pero me parece que vas a ser vos la que le tiene que decir, no podes mantener esto en secreto.

Ella asintió.

— Lo sé, no puedo hacerle esto él ni a ti.

La chica suspiró, preguntándose en qué momento había arruinado todo de una forma tan tonta.

Los días iban pasando, y la primera parte de la grabación de La sociedad de la nieve estaba a punto de llegar a su fin.

Lía estaba cada vez más alejada de Agustín, de Enzo, de Mati, y en realidad de todos sus amigos.

Agustín no entendía que pasaba, si bien habían habido momentos en los que él no estaba cómodo en la relación, pensaba que todo estaba bien con Magnolia.

Claramente se había equivocado y ahora estaba tratando de entender que es lo que podría haber hecho mal.

Magnolia no podía con la culpa, sabía que lo que estaba haciendo era peor, porque conocía a su novio y se debía estar preguntando que era lo que estaba haciendo mal.

Es solo que no tenía el corazón para decirle.

"¿Te acuerdas del chico del que siempre tuviste celos porque antes de estar juntos tuvimos algo?, sí, a ese mismo lo besé".

La idea de contárselo sonaba retorcida, pero no había vuelta atrás.

La estupidez ya la había hecho.

Ese día era una de las últimas jornadas de rodaje, así que al volver a su habitación, exhausta después de todo el trabajo, decidió llamar a quien más necesitaba.

— ¿Pauli?
— Lía, preciosa, ¿cómo estás?
— No muy bien.

La chica procedió a contarle todo a su amiga, desde lo de sus padres, lo de la ex novia de Agustín, hasta el beso.

— Ay, Lía.
— Lo sé, la cagué y mal.
— Pero fue él quien te besó.
— Sí, pero yo no me separé al tiro.— dijo en un suspiro— No es todo culpa de Enzo, pero no se en que estaba pensando.

De pronto se escuchó un ruido en la puerta de su cuarto, y volteó para ver lo último que quisiera ver en su vida.

La cara de un Agustín destrozado, con lágrimas en los ojos pero a la vez una cara llena de rabia.

— Agus...
— No digas nada, Magnolia.

Agustín entró a la habitación con una mezcla de emociones reflejadas en su rostro. Lía sintió cómo el peso de la situación se intensificaba, y Paula, del otro lado de la llamada, permanecía en silencio, sin poder ofrecer consuelo físico a su amiga.

— ¿Es verdad eso? — preguntó Agustín, conteniendo la furia en su voz.

Lía asintió con tristeza, incapaz de sostener la mirada de Agustín. Se sentía atrapada entre la culpa y la necesidad de explicar lo inexplicable.

— Agus, no sé qué decir. Fue un error, un malentendido.
— Un malentendido es cuando te confundes con una palabra, Lía, no cuando te confundes con un beso.

La tensión en la habitación era palpable. Paula, aún al otro lado del teléfono, podía sentir el drama que se estaba desplegando.

— Yo... lo siento. No quería lastimarte. — Lía pronunció las palabras con pesar.

Agustín, sin decir una palabra más, salió de la habitación. Lía se quedó allí, con la mirada perdida, sintiendo el peso de sus acciones. Paula intentó consolarla, pero sabía que las palabras no podían reparar lo que se había roto.

El rodaje llegó a su fin, pero la atmósfera entre los amigos estaba cargada de tensiones no resueltas. Enzo, sintiéndose culpable, trató de disculparse con Agustín, pero este lo evitó. Matías, al tanto de la situación, se esforzó por mantener la paz en el grupo, aunque era evidente que las grietas eran profundas.

La relación entre Lía y Agustín quedó en pausa, ambos necesitaban tiempo para procesar lo sucedido. La vuelta a Chile y a Argentina se avecinaba, y con ella, la incertidumbre de cómo enfrentarían los desafíos que les deparaba el futuro.

Nadie sabía lo que se venía, solo estaba confirmada la vil espera de tener que volverse a ver, para seguir con la segunda parte del rodaje.




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sorry no me gusta hacerles sufrir, pero prometo que se vienen cosas interesantes.

así que porfis no dejen de leer y no dejen de votar 😭

el tesoro || agustín pardellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora