el tesoro || agustín pardella

25. despecho

Magnolia no era alguien que hiciera cosas por despecho. Siempre pensó que aquello era algo bastante irracional.

Las personas que tomaban decisiones por despecho tomaban malas decisiones.

Y sin embargo aquel día se contradijo por completo.

Todo había empezado el día de las filmaciones en el aeropuerto. Una de las últimas cosas que iban a grabar en Uruguay.

Habían pasado semanas muy lindas en las grabaciones, y junto a Enzo se sentía cada vez más segura y sin pensar tanto en Agustín.

El rubio había hecho las pases con la idea de que quizá no iba a volver con Lía, y si bien aquello le dolía bastante, le hacía feliz saber que ella estaba bien.

Lo que vino a destruir aquella sensación de calma había sido la presencia de otra mujer en las grabaciones.

Sofía Lara. Un amor de persona que, en otras circunstancias, Magnolia habría amado.

Realmente compartían muchas características e intereses, por lo que trabajar con ella no le fue difícil.

La actriz había quedado gracias a un casting como una de las novias de los sobrevivientes, por lo que no tenía ninguna escena en la que se involucrara Enzo.

Mas él sabía que ella estaba allí.

Un solo día acompañó a Lía al set cuando Sofía estuvo ahí. La actitud de ambos cambio en un instante al verse.

Al principio fue Sofía la que notó la presencia de Enzo, justo cuando este tomaba de la cintura a Lía y reía con ella.

La maquillista sintió los ojos cargados de tristeza en ellos, y cuando volteó a ver en aquella dirección y Enzo hizo lo mismo, pudieron ver que se trataba de ella.

La ex de Enzo.

La otra chica en discordia para el uruguayo.

Desde ese día Enzo se alejó un poco de manera física de Magnolia, y aunque ella misma fue la que alentó que tratara de resolver sus problemas con Sofi y que se amistaran, ahora debí admitir que estaba celosa.

Su novio estaba todos los días en presencia de la rubia, y aquello comenzaba a ser molesto para ella. Sobre todo porque implicaba que ella no pasaba nada de tiempo con él.

Le había comentado de esto a Enzo.

— Es como si no existiera cuando esta ella.
— ¿Pero que decís?, yo soy el que siempre ha estado muerto por vos.

Lía negó.

— ¿Crees que no lo sé?— cuestionó ella— Todo el tiempo que fuimos amigos me hablaste de ella y lo difícil que era estar separado, ¿qué quieres que piense?

La pelea no duró mucho, había concluido en que Enzo no volvería al ser hasta que tocara una escena en la que sí estuviera.

Sin embargo, ese día llegó, y Lía no estaba feliz.

Las escenas del aeropuerto no implicaban demasiado maquillaje, pero de todas maneras implicaban la presencia de Lía de un lado para otro.

Además, ella estaba tan comprometida con la película, que ayudaba con labores que no le correspondían pero que debían solucionarse.

Aquello la había ayudado a no pensar en sus propios problemas.

Pero en cuanto tuvo un momento de descanso, vio la escena que sintió que colmó su paciencia.

Enzo y Sofi abrazados, hablando con un claro afecto que a Lía la enloquecía.

Tomó mucho esfuerzo de su parte no hacer una escena allí mismo, después de todo no era tan madura como para que aquello no la molestara, pero si lo suficiente como para darse cuenta que aquel no era el momento ni el lugar de expresarlo.