Alaska estaba desesperada porque no encontraba a sus padres por ninguna parte y estaba en medio de la nada, sintiéndose abandonada y olvidada.
Un chico se cruza en su camino y trata de evitar cualquier contacto con el mismo porque no quería hablar con nadie en esos momentos y sus sentimientos hacían que ella se derrumbara por completo. Todo estaba mal para ella.
"Ten cuidado" Dice él, con una sonrisa clavada en su rostro. "Soy Calum" Se presenta sin quitar esa amplia sonrisa que era muy encantadora.
Alaska dudó en responder.
"Soy Alaska" y se dieron la mano.