"¿Y qué haces aquí?" Pregunta el chico con las manos entre los bolsillos.
"Mi madre me trajo aquí para solucionar mis supuestos problemas de depresión" Responde Alaska haciendo comillas con sus dedos.
"¿Estás bien?" Cuestiona observándola detenidamente dejando de caminar a su lado.
"Supongo que no" Contesta algo incómoda por la situación.
Era cierto, Alaska no estaba bien y tal vez nunca lo estaría. Por ahora.