"Hey, Alaska. ¿Qué tal?" Pregunta el castaño con una resplandeciente sonrisa clavada en su rostro. Alaska no pudo evitar sonreír de la misma manera.
"Oh, estoy bien" Susurra mientras que su cara va cambiando a tristeza. Calum se da cuenta de esto y la abraza, sin ni siquiera preguntarle que ocurría. Claramente, Alaska se lo tomó a bien y correspondió el acto de afecto de la misma forma.
"Claro que no lo estás, Alaska" Concluye haciendo sentir a la chica vulnerable y agradecida por haber conocido a Calum Hood.