~ ᴄᴏᴍᴘʟɪᴍᴇɴᴛs ~

21

Ya había una semana, Jay seguramente ya había regresado de su viaje de negocios, aunque no le haya dicho nada a Jungwon aún. Que por cierto, estaba muy nervioso, había hablado con Jay sobre la carta misteriosa que le había mandado a sus padres, este le había dicho que ya no podía aguantar más y se sentía preparado para decirle a sus padres quien era realmente.

Jungwon estaba en su habitación, estaba estudiando para su próximo examen, era uno de los últimos que hacia para entrar a su último curso de la Universidad, cada vez se sentía más libre de poder salir de su casa, tal vez ayudar a sus padres con los gastos y ser un omega independiente.

– Vecina, no se si ya ha visto el auto lujoso que esta estacionado afuera – Escucho Jungwon desde la sala de su casa.

– ¿Un auto lujoso? Solo puede ser el dueño del edificio ¿Quien más vendría a este horrible lugar? – Le respondió su madre.

– Pero no es el mismo auto que el de el dueño, además, hay un hombre diferente dentro de este – Jungwon se pego completamente a la puerta para poder escuchar más – Es más joven y atractivo.

– Pues debe ser algún hombre de dinero, quizá el dueño vendió el edificio.

– Yo creo que viene a visitar a alguien – vuelve a insistir la mujer.

– Bueno, eso no nos interesa de igual manera.

La puerta de la casa fue tocada, Jungwon de inmediato salió de su habitación para ver quién era, podría ser el hombre de dinero guapo o simplemente otra vecina venía a hablar con su madre. Aun así no iba a permitir que su madre abriera.

– Jungwon hijo, tienes visitas – Antes de que Jungwon pudiera llegar a la puerta su madre ya se había adelantado.

Jungwon cerro los ojos con nerviosismo al ver a Jay fuera de su casa con un ramo de flores y una gran sonrisa.

– P-profesor Jay... – tartamudeo – ¿Que hace por aqui?

– Mujer, ese es el hombre del auto lujoso – lo señalo si vecina y su madre los miro atenta.

– Buenas tardes señora Yang – Saludo Jay – Espero no haber sido inoportuno he interrumpir su charla.

– Para nada – responde su madre sería – ¿A qué se debe su visita?

– Vengo para presentarme como se debía, Jungwon y yo lo hemos pensado – Jay entra a la casa y se para junto a Jungwon – Hemos decidido que es momento de contar lo que somos realmente.

Jungwon sonrie nervios a las palabras de Jay y ante la mirada penetrante que esta recibiendo de su madre.

– ¿Que quiere decir exactamente señor? – cuestiona su madre.

– Creo que debería de ser en privado, y el padre de Jungwon también debería estar presente – Jay mira a la vecina entró metida y decide caminar hasta sentarse junto a ella, la mujer entiende y sale de la casa casi corriendo.

– El padre de Jungwon esta trabajando, no podrá venir hasta más tarde – la madre de Jungwon se acerca a el.

– Pues entonces esperaré – Jay le sonrie amablemente a la señora y deja las flores sobre la mesa.

Jungwon se sienta junto a él y se acerca para susurrarle algo.

– ¿Por qué no viniste después?

– No pude... Necesitaba hacerlo ahora.

– Me pudiste a ver avisado, y esto estaría saliendo mejor.

– Va a salir bien, si ellos no lo aceptan, entonces le irás conmigo, no pienso dejarte solo.

〰︎﹏〰︎﹏〰︎﹏〰︎﹏〰︎﹏〰︎﹏〰︎﹏

Unas horas más tarde el padre de Jungwon llega a la casa, y al entrar se sorprende de ver a Jay y Jungwon sentados como si estuvieran regañados y su esposa trabajando en la mesa.

– Buenas tardes Jay... No esperaba tu visita – saluda amable el señor Yang.

– Buenas tardes señor ¿Que tal el trabajo?

– Bien, supongo que este fue uno de los días más aglomerados que tuvimos – sonrie y se dirige a la cocina para saludar a su esposa que parece estar de mal humor – ¿Qué sucede cariño?

– Jay quiere decirnos algo, ha Estado sentado ahí con Jungwon tres horas esperándote solo para hablar...

– ¿Es malo?

– No lo se, pero tengo la corazonada de que no es nada bueno.

El esposo frunce el seño y después de beber un poco de agua se dirige junto con su esposa a la sala para sentarse frente a Jay y Jungwon.

– Señor, antes que nada, créame que los respeto a ambos, incluyendo a Jungwon y seguramente lo que diré ahora los tomara por sorpresa, pero gustaría que lo tomaran con calma y que no lo tomen a mal – hablo serio.

– Claro, digamos que es lo que tiene que decir – pide el señor Yang.

Jungwon baja la cabeza un poco avergonzado pero decide escuchar la conversión.

– Lo que Jungwon y yo queremos decirle es que estamos en una relación.

Jungwon trago duro y levanto un poco la mirada para ver la respuesta de sus padres.

– Eso es... Eso es bastante bueno – Su padre sonrie – Me alegra de que Jungwon este saliendo con un alfa mayor y responsable – Jungwon suelta aire y decide tranquilizarse – alguien que pueda enseñarle y guiarlo ¿No te alegra eso a ti cariño? – se dirige a su esposa.

– No – responde seco – Jungwon es un niño, un pequeño Omega que no puede salir con un alfa tan mayor...¿Como puedes permitir esto? – se dirige a su esposo.

– Cariño, Jungwon será mayor en unos meses, ya no es un pequeño, el ya es mayor y creo que sabe lo que es correcto y lo que no, además, si el señor Jay se tomó la molestia de venir hasta aquí y esperar a que yo llegará para confesar su relación ¿No crees que es serio lo de ellos?

– Pero... ¿Qué diran los demás de Jungwon? El solo será juzgado por estar con alguien mayor y sobre todo adinerado, lo volverán a molestar.

– Los tiempos han cambiado, no creo que lo vuelvan a molestar por eso – Habla Jay.

– Vez, Jay lo cuidara mejor de lo que nosotros lo pudimos haber hecho – sonrie.

Jungwon esta nervioso, no esperaba que la reacción de su madre fuera así, de hecho, esperaba que su padre reaccionará peor, pero también que su madre hiciera lo mismo, aunque no tanto, ahora se encontraba entre la espada y la pared.

– Jay podrá darle a Jungwon mejor vida que nosotros – Su madre duda ante las palabras de su padre.

– Necesito pensarlo un  poco... – responde ella un tanto cabizbaja.

– Claro, piénsalo, mientras tanto, dejemos que Jungwon hable con Jay.

Ambos padres se dirigen a su habitación en la que se encierran para poder hablar con mayor privacidad, dejando a Jay y Jungwon solos. Jungwon se lanza a los brazos de Jay, lo abraza y deja caer algunas lágrimas de desesperación que estuvo conteniendo durante la charla.

– Ella no lo aceptara, no dejará que seamos algo – dijo preocupado Jungwon mientras lloraba.

Jay acarició su espalda tratando de consolar lo – Tu padre lo comprendió, démosle tiempo a ella para que también lo acepté, te aseguró que lo terminara aceptando.