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Jungwon había logrado conseguir hablar con un juez para que Jay no fuera arrestado por supuestamente tener una relación forzosa con el, cuando pudo aclaró toda la situación.

En cuanto a Ni-ki, lamentablemente no había suficientes pruebas como para meterlo a la cárcel, únicamente estuvo tres días en prisión y su madre tuvo que pagar una fianza muy grande, aparte de que se tuvo que comprometer a ir a terapia para que dejará las drogas, pues los médicos encontraron una gran dosis en su cuerpo, a parte de tener síntomas de una adición.

Jungwon abrazaba a Jay con fuerza. Los dos estaban en la cama, Jay tenía cuidado de no lastimar el cuerpo de Jungwon, le dolía cada vez que veía los moretones de su cuerpo, se había sentido mal por no haber entrado antes y tal vez haber detenido a Ni-ki.

- ¿Aun te duele? - pregunta Jay refiriéndose a sus heridas.

- Ya no tanto.

Jungwon recuerda la primera semana con las heridas, le dolía moverse, no podía levantar los brazos porque era mucho dolor.

- Cuando nos casamos prometo que dejaras de sentir ese dolor - Jay beso la frente de Jungwon.

Ya tenían un buena fecha para casarse, después de haberlo pensado un poco, optaron por no esperar más, querían terminar de sellar su marca.

- Jay, pensé un poco estos días. Y quiero que me marques ahora.

Los ojos de Jay se abrieron con sorpresa.

- Una marca se debe de hacer en un momento especial.

- Pero no quiero esperar a que llegue ese momento Jay, porque ese momento no podría llegar nunca, yo seguiré teniendo miedo y tu no lo sabrás porque no tenemos esa conexión.

- Tu no tienes miedo, tu eres un Omega fuerte, yo lo se.

- Jay...

- Jungwon, no pienso marcar te en este momento.

Jungwon entristeció.

- ¿A caso no me quieres? - pregunto bajito.

- Por favor no pienses eso.

- Jay, una marca es un símbolo de amor que un alfa le otorga al Omega cuando están listos para formar un lazo.

- Ya lo se.

- ¿No quieres formar ese lazo conmigo?

- Claro que quiero, solo que pienso que hay mejores momentos en los que se puede formar ese lazo.

- Jay, no me siento seguro sin una marca.

- No pienso marcar te hasta que estemos casados.

- Hasta ese día nadie sabrá que te pertenezco, ¿Y si un alfa intenta hacerme daño?

- No pasará, mi aroma aún está en ti.

- Pero no una marca, tu aroma puede ser como el de mi papá, puede ser el de algún hermano, amigo, nunca se sabe.

- Jungwon no quiero seguir hablando de esto.

Jay de verdad quería formar un lazo con Jungwon, pero no de esa manera forzosa, quería que ese lazo se diera de una manera natural, que sucediera en el mejor momento y no ahora que estaban enfrentando una situación tan frustrante. Claro que esa marca los volvería más fuertes, pero eso no significaba que pueden enfrentar todo tan rápido, aparte de que tenía miedo de lastimar a jungwon.

Si la marca se daba a la fuerza esta podía ser inestable, ambos debían desear crear ese lazo, pero con la inquietud de Jay y la desesperación de Jungwon, esa marca no serviría de nada más que de un fuerte dolor en el cuello.

- Jay... – Jungwon abrazó a Jay.

– Jungwon, solo no quiero lastimarte.

〰︎﹏〰︎



Taehyun hablaba con Ni-ki en su Oficina, el era el único que sabía de lo que había pasado esa noche. Sunoo no se había enterado de nada pues justo cuando Jay buscaba a Jungwon, Sunoo salió de la fiesta para buscar a Ni-ki y claro, su padre no iba a decirle nada de lo sucedido.

– Señor de verdad, ya no puedo, no quiero casarme con Sunoo – decía Ni-ki.

– Tienes que hacerlo, tenemos un trato que por cierto casi echas a perder con tu tonteria de la otra noche, tuve que pagar dinero por ti.

– Pues yo no le pedí que lo hiciera.

– Tu madre y yo tenemos un trato, así que debes cumplir con el si es que no quieres quedar en completa pobreza.

Cuando Ni-ki era pequeño su padre falleció, el era dueño de una empresa muy grande, pero cuando murió la empresa paso a su madre, ella no sabía cómo manejar la empresa, así que la vendió y se quedó con todo el dinero, cuando el dinero comenzo a escasear contacto de nuevo al comprador de la empresa y le ofreció un trato, el aceptó con la condición de que su hijo se comprometiera con el suyo. Ni-ki nunca estuvo de acuerdo con eso, pero para no defraudar a su madre tuvo que aceptarlo.

Taehyun había estado ofreciéndole drogas a Ni-ki para "aliviar" su estrés y presión, había ocasiones en las que no soportaba estar con Sunoo, pues claro, el sentimiento era completamente falso, tomaba esas drogas cada vez que sentía que quería un respiro de Sunoo, no le gustaba, pero poco a poco su cuerpo se acostumbro y se volvió una adición.

– La boda es la siguiente semana, debes encargar te de tus problemas mentales antes de arruinar la boda – Advirtió y luego salió de la Oficina azotando la puerta.

Ni-ki se encontraba tan perdido, todo estaría mejor si le hubiera hecho caso a Jungwon, quizá no hubiera cometido las acciones que cometió el otro día.

















No se drogen chavos




~ ᴄᴏᴍᴘʟɪᴍᴇɴᴛs ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora