~ ᴄᴏᴍᴘʟɪᴍᴇɴᴛs ~

23

Despertar juntos es lo que siempre habían soñado, claro que no era lo mismo cuando se quedaban dormidos y despertar, era lindo, pero no tan lindo como lo fue ahora.

La imagen que recibió Jungwon al abrir los ojos lo hizo lagrimear. Ambos estaban abrazados, Jay tenía uno de sus brazos enredado en su cadera lo que permitía que ambos cuerpos se quedarán juntos y su cabeza estaba recargada en su pecho.

Jungwon jamás creyó que haría algo como lo que había hecho la noche anterior, era algo que se imagino hacerlo hasta que estuviera casado, pero ¿por qué había aceptado? No se había arrepentido, su lobo se lo ordenó, dijo que no importaba cuando debían entregarse a Jay, de algún modo su lobo sabia que sería bueno. Pues Jay había sido tan lindo con el, todo el tiempo estuvo preocupado por el, tenía miedo de lastimar lo y eso lo ayudó más a querer estar con Jay.

Los ojos de Jungwon ardieron y comenzaron a soltar lágrimas, sollozo un poco. No estaba triste, estaba feliz, si su madre tan sólo lo aceptara... Si su madre supiera de lo que acababa de hacer, seguramente lo echaban de su casa... Pero si supieran que fue con Jay, seguramente lo tomarían un poco más con calma y cuidado, de todas maneras, no debía decir nada sobre eso, no quería que los separaran, ya tenían un voto a favor y decirlo contaría como un autogol.

– ¿Won? – Jay se había despertado – ¿Estas llorando? – Jay subió se mano hasta las mejillas húmedas de Jungwon.

Jungwon solo asintió.

– ¿Sera qué te lastime ayer? – pregunta asustado.

– No... No es eso, no es nada malo – Jungwon le sonrie y trata de parar su llanto.

– ¿Entonces?

– Lloro... Porque todo esto es tan lindo – sonríe.

– Estas feliz, ya te entendí – Jay besa a Jungwon y luego lo abraza.

Pasaron unos minutos más en la cama, dándose besos y abrazados, hasta que Jungwon recordó que debía regresar a su casa o sus padres lo regañan por no pasar ahí la noche. Así que se levantan de la cama con todas las fuerzas que les quedan y deciden comenzar a vestirse.

– ¿Les dirás? – pregunta Jay.

– De esto... No aún, por mi madre, pienso decirles después.

– Esta bien.

Ambos bajan a la cocina, Jay busca algo rápido para hacer y lo sirve a Jungwon, desayunan juntos, y cuando acabaron salieron para llegabas a Jungwon a su casa.

Cuando llegaron había muchas personas afuera, todos estaban platicando entre ellos y cuando vieron a Jungwon bajar del auto, los chismes comenzaron a correr, Jungwon conocía muy bien a sus vecinos, todas eran señoras chismosas. Jungwon y Jay entraron tomados de la mano y caminaron así hasta llegar a la casa. Jungwon abrió la puerta y sus padres estaban en el comedor desayunando.

– yo me encargó aquí – susurro.

Jay aceptó, se despidió de Jungwon y luego se fue.

Jungwon se acercó a donde estaban sus padres.

– Buenos días – Saludo Jungwon.

– Buenos días hijo ¿Donde estabas? – pregunto su padre.

– Ayer sali con Jay – respondió.

– ¿Y donde pasaste la noche? – le pregunta su madre.

– Con Jay – responde.

– ¿Con Jay? ¿Qué se supone que haces durmiendo con el? Tu lugar esta aquí, no deberias de dormir con el – dice su madre como regaño.

– No hice nada malo mamá, Jay es alguien que no sería capas de tocarme sin mi consentimiento y además dormimos en habitaciones separadas – respondió un tanto enojado.

– Si cariño, nuestro Jungwon no haría eso, no aún– Su padre lo defendió.

Esas palabras se sintieron mal ¿Estaba haciendo cosas malas? Su padre tenia una expectativa linda sobre el, su madre tenía la Real... Pero... Lo sentía más por su padre, ¿Acaso tener relaciones con Jay había sido malo? No quería ser un mal hijo...

– Jungwon, ¿Ya desayunaste algo? – pregunta su padre.

– Si ya desayune – responde un poco desanimado.

– Esta bien, puedes ir a tu cuarto entonces.

Y eso hizo, no quería que sus padres lo vieran llorar de la nada, eso lo delataría, así que cuando entró a su habitación y cerró la puerta con seguro comenzo a llorar, trato de hacerlo en silencio para no alarmar a sus padres. A el no le gustaba llorar, hacia que se sintiera como alguien débil y lo ponía de mal humor, pero sólo cuando se trataba de algo lindo, como cuando lloro con Jay, eso no lo hizo ver débil, Jay le había dicho que se veía muy tierno.

Pensar en Jay lo tranquilizó, pensó en las cosas que había hecho con Jay, como este lo tocó de una manera suave, como lo besaba, lo lindo que era su rostro, su cabello. Así pronto dejó de llorar.

Hasta que su madre tocó la puerta, jungwon se seco las lágrimas y abrió.

– Solo viene... A decirte algo – su madre paso y se sentó en la cama, Jungwon hizo lo mismo – Es sobre Jay y su relación, y quiero decirte que aceptaré su relación.

Jungwon sonrió, su corazón se animó y abrazo a su mamá.

– Gracias, enserio muchas gracias.

Su madre también sonrió, le gustaba ver a su hijo feliz.

– Pero tu padre y yo hablamos, para que haya mayor seguridad no te quedaras a dormir en casa de Jay.

– No importa, así esta bien– sonríe.

Su madre se aleja un poco, acaricia el cabello de Jungwon, comienza a deducir un aroma extraño en la habitación que provenía de Jungwon, un aroma que conocía, pero no recordaba de que era... No podría ser de felicidad, esos aromas solo los podían percibir sus alfas y solamente si ya había un lazo... Entonces podía ser...

– Hueles raro.

Jungwon se olio la ropa, no olía nada...

– Debe ser el aroma de Jay – Dijo inocente.

¿El aroma de Jay? ¿Como se pudo haber pegado su olor a su ropa? Para eso deben estar muy Unidos y... Haber tenido relaciones...

– ¿Estuviste mucho tiempo cerca de él?

– Supongo que si.

– No lo puedo creer...

– ¿Qué?

– ¿Jungwon tuviste relaciones con Jay?

– Mamá no hice nada con Jay, entiende.

– Jungwon la única manera de que se pegue el aroma de alguien más es haciendo eso, si tu lo hiciste debiste tener algo con el.

El solito se había delatado... ¿Qué debía hacer ahora?

– No le digas a mi papá... Por favor, yo se lo diré después, pero no digas nada – rogó.

– Pues espero y se lo digas hoy, porque si no lo haces yo misma se lo voy a decir.