Abro la puerta de mi habitación con cuidado y miro hacia el pasillo, no hay nadie. Cierro la puerta de nuevo y tomo mi chaqueta, abro la ventana y bajo por esta sin hacer ningún ruido. Soy boxeadora profesional pero eso no me impide asistir a peleas clandestinas y hoy me han avisado que harán unas en una gallera abandonada a unas cuantas calles de mi casa, todo en este pueblo queda cerca, además habrá mucho dinero de por medio; dinero que hoy ganare.
Como es de costumbre en este pueblo tiene ganas de llover. Joder odio la lluvia, pero aquí llueve cinco de siete días a la semana. Camino por las calles oscuras, llevo las manos dentro de los bolsillos de mi abrigo y cubro mi cara con la capucha del mismo, hace mucho frío, si pudiese pedir un deseo; desearía irme de este puto pueblo de una vez por todas.
Llego a la gallera y busco con la mirada a Sofía, ella es una chica que junto a su novio se encargan de todos los negocios sucios del pueblo, drogas, peleas, carreras clandestinas y todo lo que sea ilegal.
—Ey, pensé que ya no vendrías. —dice Alex, el novio de Sofía.
—Ya estoy lista, ¿Quiénes son?—pregunto por las chicas que pelearan hoy.
—Bueno mira no son de aquí, son del pueblo vecino pero no representan peligro alguno. Una es la chica emo, tú sabes cómo son ellas creen ser rudas pero no pelean una mierda. La otra chica si pelea pero no creo que pueda superarte, es la corpulenta; y bueno si quieres una tercera pelea esta la chica más alta, dicen que en su pueblo nadie la ha vencido así que si no puedes no pelearas con ella. —Termina de hablar, mientras lo hacía miraba a cada una de las chicas estudiándolas, pero sé que no representan un reto para mí. Lo miro incrédula.
— ¿Como que si no puedo? ¿Estás bromeando? Puedo con esas tres y muchas más. —Apunto con aire de suficiencia.
—Está bien, está bien — Alza las manos —. Yo solo decía.
—No digas nada y acabemos con esto de una vez.
— ¡Bien! —Alex camina al cuadrilátero improvisado y habla por el altavoz: — Muy bien señores, a lo que vinimos. Hoy tenemos tres invitadas de afuera que vienen a darle la guerra a nuestra campeona... ¡¿Collen?! —Todo el mundo empieza a gritar: ¡Collen, Collen, Collen! Quito mi abrigo y Sofía -que está a mi lado-me da los guantes y la guarda bucal, coloco las vendas en mis manos y asiento con la cabeza hacia ella dándole a entender que estoy lista.
— ¡Muy bien, por este lado tenemos a Michel, con sesenta kilos! —Qué mala presentación —. ¡Y por este otro Samantha Collen, nuestra campeona invicta! —Camino hacia el cuadrilátero, haciendo círculos con mi cabeza para relajarme un poco. —. ¡Muy bien, acérquense! —grita el imbécil de Alex. — ¡Ya saben que aquí no tenemos ningún tipo de reglas y no nos hacemos responsables de lo que pueda pasar dentro del ring! ¡Empiecen!
Me voy a mi esquina y la ingenua a la suya con cara de suficiencia, esto será fácil, la chica ni siquiera sabe tomar la posición de combate. Se acerca a mí y me lanza un golpe que logro esquivar con total facilidad, sonrió maliciosamente y con todas las fuerzas que tengo lanzo mi puño que impacta en su maquillado rostro haciéndola caer al piso, su cabeza impacta con el suelo del cuadrilátero en un sonido sordo, todos quedan en silencio y la principiante no logra levantarse.
Alex empieza el conteo:
— ¡Uno, dos, tres... ¡Diez!...Estas fuera! —Sonrió satisfecha y Alex me entrega el dinero que acabo de ganar por mi primera pelea.
Luego de una hora que descanso, se realiza la segunda pelea que fue igual de fácil que la primera, solo unos golpes más y la imbécil estaba tirada en el suelo sin poder levantarse, la chica anterior fue llevada a emergencias ya que se sentía muy mareada cuando despertó. Me importa una mierda lo que le pase, si vas a competir aquí debes saber que esto no es un juego de niños y que aquí solo se enfrentan las mejores.
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La Chica del Box (EDITANDO)
Novela JuvenilSamantha collen, así me llamo. Práctico el boxeo desde que tenía cinco años, no me gusta la gente débil, no soy la típica chica débil, sufro de TEI (Trastorno explosivo intermitente) No me gusta sonreír y me han expulsado de dos institutos, empezare...