Capítulo XXXVIII

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Diana suelta un grito que me hiela los huesos.

Segundos después que caen se escuchan cinco disparos mas... todos volvemos la vista hacia donde viene el estridente sonido y vemos cuando una de las compañeras de Camila le dispara a ella y a la otra chica que las acompaña.

Cuando veo caer a esa maldita mujer sin pensarlo dos veces bajo al río y corro detrás de ellas para tomarlas, unos policías me siguen al igual que el padre de Samantha. Han llegado ambulancias y más policías para este momento.

Solo puedo ver el cuerpo de Samantha, pero a Cassie no logro encontrarla. Corro con todas mis fuerzas cuando veo una oportunidad para alcanzar a mi novia y sacarla del agua, una roca que sobresale me da una oportunidad para tomarla por su chaqueta y sacarla del agua. Esta inconsciente y muy golpeada, pero puedo sentir que tiene pulso. Verla así solo hace que esas lágrimas que he contenido durante días salgan a borbones. La tomo en mis brazos y la aprieto contra mi pecho.

—Tienes que ser fuerte, Ceñito. Debes quedarte conmigo —Susurro en su cabello con lagrimas cayendo por mi rostro. Los paramédicos llegan detrás de mí y me apartan para atenderla.

Me levanto y la dejo con su padre para entonces, buscar a Cassie, mi padre ha intentado localizarla en el agua pero no ha dado con ella.


Tres horas mas tarde...

Bomberos y demás personas la buscamos, incluso han llegado personas del pueblo para ayudar, pero nadie ha dado con ella. Mi madre esta apunto de un colapso nervioso y yo estoy más que preocupado porque no he tenido noticias de Samantha desde que se la llevaron al hospital.

Si algo le llegase a pasar a Cassie destruiría a mi familia y también a Sam. Joder, esto va de mal a peor.

Camila murió al instante al igual que su otra acompañante. La chica que les disparo que ahora se que se llama Emma, se la han llevado presa a la comisaria. La noche esta por caer y el hecho de que mi hermana no aparezca tiene a mas de uno preocupado. Quiero ver como esta mi novia, pero también quiero encontrar a mi hermana, son tantas cosas juntas que ahora mismo no se en cual enfocarme. En este lugar no hay señal para mi celular, así que no se como esta ella, y temo que tengas malas noticias para mí.

Pasamos toda la noche la noche buscándola, papá no pudo aguantar el llanto cuando se hicieron las seis de la mañana del día siguiente y Cassie seguía sin aparecer. La buscamos kilometros rio abajo, por el pantano, por las cercanías y mi hermana no aparecía, es como si el río se la hubiese tragado. El día paso y con el la noche volvió a caer.

—Lo dejaremos hasta aquí, llevamos más de cuarenta y ocho horas buscándola. Volveremos mañana. —Dijo uno de los bomberos. La cara de mi padre reflejaba todo menos conformidad y Marcos estaba a punto de un colapso.

Llegue a casa para tomar un baño y encaminarme al hospital donde tienen a Samantha, al llegar, me encuentro con Isabel y Sam, este ultimo estuvo con nosotros hasta la mitad de esta tarde buscando a Cassie pero se devolvió a las dos de la tarde para estar con Samantha.

— ¿Cómo esta? —Pregunto, cuando llego hasta ellos. Isabel se encoje de hombros y se limpia una lagrima que caía por su rostro.

—Sigue igual, no ha despertado. —Susurra —Sus padres han ido a la cafetería. Ya deben estar por volver. —Asentí con la cabeza y me senté a su lado.

— ¿Crees que pueda verla? —Pregunto.

—No lo se. Solo han dejado pasar a sus padres. —Responde Sam esta vez.

La Chica del Box (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora