Capítulo XXIII

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Estoy cabreada

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Estoy cabreada.

Eso es lo único que siento ahora mismo, rabia, impotencia y derrota. Cassie no debió perder, no se lo he dicho pero joder, ella lo hizo muy bien, debió ganar, merecía ganar. Carlos dice que la decisión fue dividida, es decir dos de los tres jueces otorgan la ventaja en puntos y por lo tanto la victoria a uno de los boxeadores, mientras el juez restante otorga la ventaja en puntuación al perdedor, en este caso fue Cassie. Carlos también dijo que esa chica lleva tres años seguidos quedando campeona en las categorías que participa. A lo mejor eso también la ayudó.

Llegamos al gimnasio y desde afuera se escucha la música retumbar, los chicos que quedaron campeones bajan del autobús donde nos transportamos eufóricos y felices alzando sus trofeos y medallas entrando al gim a celebrar. Yo lo hago porque Cassie a pesar de que perdió quiere quedarse en la fiesta.

—Vamos, quedémonos un rato. No gane pero según lo que escuche una novata nunca había llegado a la final, ni siquiera tú lo lograste. — dice, le doy una mirada de odio.

—Pues porque no tuve una entrenadora tan buena como la que tu tuviste, mi ciela. —Frunzo el ceño con sarcasmo.

—Oh, por Dios, me encanta. Estas siendo sarcástica y graciosa al mismo tiempo. —Ignoro lo que ha dicho y la insto a pasar.

Entramos al gimnasio donde se llevaba a cabo la celebración que ha preparado Carlos. Luego de unos veinte minutos allí me relaje un poco, los chicos se están divirtiendo y de cualquier manera ellos lo merecen. Aunque Cassie haya perdido. No todo el tiempo se podía ganar y eso lo tenía claro pero, también estaba claro que odiaba perder, supongo que por esta vez lo dejare pasar y nos prepararemos mejor para la próxima.

Carlos esta con su esposa y su hija pequeña en unas de las mesas que están colocadas metódicamente por todo el gimnasio. Con el están algunos entrenadores y hablan entre ellos. La fiesta va bien hasta ahora, solo hay chicos que han tomado de más, por supuesto todos mayores de edad.

— ¿Estás bien? — Pregunta Matías a mi lado. Cassie se fue con Marcos a la pista de baile.

—Mejor de lo que debería. — Respondo y llevo la cerveza a mi boca. Él sonríe y besa mi mejilla tomándome por la cintura y acercándome a él. Amanda se acerca a mí y comienza hablar de su pelea, ella quedo campeona en su categoría.

—Felicidades — Digo, Matías sigue a mi lado —. ¿Se te hizo difícil?

—Un poco la verdad, en cuarto de finales sobre todo, la chica peleaba bien. —Asegura.

— ¿Viste la pelea de Cassie?

—Sí, creo que ella debió ganar, pero ya sabes cómo es todo. —Dice Amanda y frunce los labios. Ella es con la que mejor me llevo aquí y con la que más hablo.

Todos hablan, ríen y bailan como si no hubiese un mañana, yo por mi parte no he pisado la pista improvisada de baile, no tengo ánimo para eso ahora. Amanda sigue hablando con nosotros y después de un rato su novio se nos une, un chico moreno de ojos claros, parece un buen chico.

La Chica del Box (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora