Capítulo 12: Primera llama dorada

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 Se creía que luego de navidad irían a la Ciudad del Infierno pero todo se retrasó para suerte de Javier, su ansiedad era cada vez más grande y no deseaba quedarse solo con Min Yohn tanto tiempo. Le gustaba no lo puede negar pero también le tiene algo de miedo, ya luchó contra él en una oportunidad y perdió, incluyendo a su mejor amigo Louis que perdió las plumas de sus alas bajo las densas llamas azules del ángel caído.

– Estas muy distraído Javi, no te preocupes solo usa tus supresores en caso que el ambiente se caliente entre tú y el alfa – Louis movía sus cejas sugestivamente, estaban desde muy temprano en las oficinas de investigación practicando en el salón de realidad virtual, ojalá un celo fuese su única preocupación con el alfa.

– ¿Eh? no pasará nada, aún no estoy listo para eso – el aroma del alfa llegó hasta su nariz, volteando hacia atrás y consiguiendo llegar junto con el jefe – Yohn...

– Javi ... - el alfa había notado que estaba muy ansioso por el viaje, aunque también porque será en su territorio – vamos por unas pizzas en la habitación de descanso, Louis que haga la tarea con el jefe.

Tomó la muñeca de Javier y lo jaló para sacarlo de la oficina principal.

– Que excusa tan mala – Louis solo miraba la puerta por donde había salido su amigo con el alfa – por cierto, ¿qué es lo que me querías dar Milo?

– Esto – el alfa le entregó una caja con ampollas de un color verde, la cara de confusión del omega es bastante comprensible – solo es un nuevo supresor, incluso ayuda a la fortaleza del omega, quería que fueras de los primeros en usarlo, es un prototipo que está desarrollando Ethan.

– Eh... okey... ya entendí – Tomó las ampollas, guardándolas en un cajón de la oficina para luego colocárselas – y... ¿Qué se supone que haremos cuando Javier y Yohn se vayan a la Ciudad del Infierno?

– Me acompañaras a ver a Lazaro y analizar sus informes sobre las invasiones recientes, me pide un agente activo para demostrar los hechos, pensé en tí al ser el líder de tu equipo – Louis asiente, aunque Lazaro no es santo de su devoción y tiene muchas dudas, Javier le habló sobre el Experimento Omegaverse, incluyendo al primer espécimen Grau Montse, debe moverse rápido si quiere encarar al gobernante de la Ciudad del Cielo, pretende hacerle unas cuantas preguntas y por supuesto que su jefe no sabe nada.

Solo pudo entender muchas cosas por el libro gracias a Javier, que explica lo sucedido con los doctores implicados en el experimento, y cómo lograron modificar el ADN de los seres humanos, creando una especie de bomba biológica además de la dichosa vacuna.

El jefe lo había invitado a su casa, Louis lo dudó pero terminó aceptando ir convirtiéndose en un manojo de nervios haciendo que él mismo se desconozca.

– Milo... la verdad, tengo que irme, Javier debe estar esperándome – el alfa por supuesto que sabe lo unidos que son pero eso no hace que sea tonto, Louis había aceptado la invitación a casa del alfa pero estaba demasiado nervioso en ese momento – no debí venir a su casa... yo...

– Shhh... – el alfa coloca un dedo en los pequeños labios del omega y señala hacia la sala de su departamento, había una gran cantidad de bolsas de quien sabe que, refrescos, palomitas y pizza – le pedí el favor a Yohn antes, de secuestrar a tu amigo-hermano toda la noche.

Yohn estaba del lado de su jefe, y no se extrañaría, son alfas después de todo y al parecer ambos son bastante primitivos algo raro estaba pasando, pero debía admitir que le estaba gustando este nuevo Milo.

Se dejó guiar por el lugar dejándose caer sobre el sofá, su relación con el alfa ya estaba establecida o al menos eso se creía al ponerle un título, nunca se consideró un omega sumiso, anteriormente su deseo era ser alfa y ahora es su sueño frustado, lo que no logra entender es como su lado omega se pone estúpido ante la presencia del alfa.

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