Capítulo 25: La guerra comienza

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– Javi, aparte de abrirle tus piernas a ese alfa dime que has hecho algo en la fabricación de las bombas – Louis ya sabía la respuesta pero el molestar a su mejor amigo era una mejor decisión – necesitamos esas bombas para ayer.

– Yaaaa... Ya lo se pero... Es que Yohn – además de estar totalmente sonrojado tartamudea al recordar la intensa noche con el alfa en pleno celo – prometo hacerlas ahora mismo.

– Ya me encargué de hacerlas, los padres de tu alfa me ayudaron – Javier abrió sus ojos sorprendido de cómo su amigo colaboró con aquellos ángeles — no me mires así, aún me cuesta pero lo estoy intentando.

– Vaya... Choi hace un buen trabajo domando a la bestia – el nombrado estaba en una esquina cargando varias armas y organizando el arsenal, una suave sonrisa se dibujó en su rostro.

– ¿Bestia? Parece más un gato rabioso – murmuraba Yohn entrando al lugar, su celo estaba pasando aunque su ego seguiría en las nubes, el de Javier se mantenía "dormido" por los supresores al menos por la ocasión.

– Ustedes debieron ser hermanos separados al nacer – Jude le gustaba jugar con fuego – sino fuera por los colores de sus plumas y cabellos, son bastante parecidos.

– Solo creo que ambos se matarían si se quedan solos un día – Sergio se unía a la conversación, llevando algunas cosas con el padre omega de Yohn para la preparación de la cena – intentaré cocinar algo para todos.

–Ya tengo a mano un extintor – Louis se reía de la mala cara de su amigo.

– Oye pequeño gatito rabioso ¿ya dominas las llamas? – Yohn se sentó detrás de Javier para rodearlo con sus brazos mientras Milo buscaba de consolar a su omega para que no le soltara una granada – fuiste bastante rápido, más que mi omega.

– Casi me quemas vivo la última vez – le reclama Javier a su alfa para luego separarse e ir a ayudar a Sergio en la cocina, le siguió.

– Fue un poco complicado hasta que descubrí cómo ubicar mi energía, ayer mientras ustedes estaban como animales acoplándose, yo perfeccioné mi fuego dorado – A Yohn parecía no importarle el comentario aún estaba en celo y era fácil notar sus feromonas en el ambiente, pero Javier quería que la tierra se abriese y se lo tragara, Jude y Sergio solo observaron su marca silbando.

– Vaya mordisco – susurra Jude.

– El que tiene Louis en el cuello es más profundo y ni se diga en la nuca, su alfa lo ha marcado muy bien – ahora era el turno del otro omega de sonrojarse ante el comentario de Sergio.

– Ya, no les prestes atención–Milo se acercó por detrás de su omega para dejar un beso en su nuca, justo sobre la marca que apenas le hizo en la mañana, no se cansaría de hacerle el amor una y otra vez – disfrutemos de la cena.

– Tan tiernos – Oliver se mantenía callado pero era inevitable– sus cachorros también serán hermosos.

– ¿Cachorros? No... Gracias – todos rieron ante ese comentario, aunque el alfa que lo mantenía rodeado de la cintura le acariciaba el vientre una y otra vez esperanzado.

Ese día el ambiente estaba tenso pero todo es por el bienestar de todos los ángeles, sus trajes militares no se hicieron esperar, protección antibalas y la más novedosa creada por Ethan y Tristán, una fina tela que va en el interior del uniforme, tela a prueba de fuego, capaz de tolerar altas temperaturas, cabe destacar que mientras el ojeroso científico lo desarrolló, el otro era el conejillo de indias.

Javier y Louis se observan con preocupación, no es una simple batalla en la que solo deben atrapar a un par de intrusos, saben que posiblemente es una o más naciones contra ellos, unos pocos rebeldes en contra de Lazaro.

Las bombas eran guardadas en lugares estratégicos de sus cuerpos, al igual que armas de fuego y cuchillas, los alfas optaron más por el uso de sables, al dominar la técnica del fuego al igual que Yohn no necesitan de mucho más.

Algo que se destaca son sus nuevos uniformes, de un color negro camuflageado muy similar a los de la ciudad del Infierno, con pañuelos violetas con esquinas rojas para todos porque se veían como una sola fuerza contra Lazaro, se notaban como una fuerza imponente y lo que mas impresionaba es el claro contraste de razas.

– Todo va a salir bien Louis – Milo puede sentir todas las preocupaciones de su omega a través del lazo, aunque no lo quiere aparentar – luego de esto te prometo unas largas vacaciones.

– Luego de esto vendrá la verdadera libertad, no habrá barreras entre ciudades, no más cacería, no más experimentos – Yohn tomaba 2 sables entregando uno a cada omega – Javi, Louis... Confío en ustedes.

– Ya veraz que con nosotros bastará para patearle el culo a esos degenerados – Jude quería parecer animado aunque por dentro se estaba muriendo de miedo.

Todo estaba en manos de ese grupo rebelde, con el corazón latiendo a mil por hora se acercan a la sala principal donde la rampa será abierta y ya no hay vuelta atrás, se acaban las oportunidades de irse en contra, es ahora o nunca.

Como parte del protocolo Javier y Louis son los primeros en acercarse, encendiendo los radares, deben buscar al enemigo y tratar de aniquilarlo en silencio, sus alfas se encuentran inquietos, saben que son los mejores pero eso no les quita que son sus omegas, su otra mitad, con los cuales crearon un lazo, pueden sentir el miedo y no es para menos, pero deben enviarles la calma necesaria para aguantar. Por eso nunca es bueno crear un lazo cuando perteneces a un equipo de combate hay muchos riesgos de morir si tu compañero es asesinado y suele ser un blanco fácil cuando notan las marcas en los omegas, ellos se cubrieron bien con el nuevo uniforme pero igual no deben bajar la guardia.

– Enemigo localizado al oeste, 400 metros, está solo – dicho eso por Louis, Jude es el primero en salir, siguiendo las coordenadas, esto era el comienzo de una gran guerra a sangre fría – 2 más al norte, 600 metros.

– Iré solo – Sergio no teme, sabe cuales son sus límites pero al ser un alfa de gran tamaño tiene bastante fuerza, fácilmente puede con 2 enemigos – les aviso cuando caigan.

– Ten cuidado... – susurró el omega algo cabizbajo.

Solo con un asentimiento, salió emprendiendo vuelo.

– Esos son guardianes de ese edificio, por su porte parecen combatientes alfas, hay un pequeño grupo de unos 4 enemigos en el sur, rastreadores – observa a Javier el cual aprueba - iremos Javi y yo.

– Me niego – Choi Milo estaba negando que sus rastreadores fueran solos al combate – iremos con ustedes, son muchos.

– No, ustedes 2 irán al frente, allí está Lazaro – Javier habló firme – Henrik será nuestro combatiente, ustedes lleven a Tristán y a Minjo, tienen más bombas en sus uniforme que todos nosotros juntos.

– Pero... Javier ... – Yohn estaba nervioso pero debe confiar en su omega, sabe que es capaz de matar a cualquier enemigo sin ayuda incluso ahora dudaría en atacar si siguieran en bandos contrarios, en especial a Louis.

Todos alzaron el vuelo hacía la oscura noche, con la esperanza en alto y el miedo en sus corazones, mientras un pequeño de alas negras rezaba por ellos en la seguridad del fuerte junto a su padre omega que también estaba armado en caso de que la situación se saliera de las manos y tuvieran que huir, en manos del científico encargado de vigilar todo gracias a unos chips incrustados en sus trajes, Tristán y Minjo fueron enviados como segundo equipo detrás de Choi y Min.

Debían ganar, aunque saben que muchos guerreros pueden caer, es el precio de la felicidad.

Ciudad de ÁngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora