Capítulo 20: Las llamas del corazón

28 6 7
                                    


– Las coordenadas me indican que están cerca – Louis seguía dando vueltas en el mismo sitio pero no lograba ver a su amigo y al tonto alfa – dice que está aquí... Pero...

– ¿No estará debajo? – Jude señala al frío metal que se encuentra debajo de ellos, sería una estupidez – no me veas así, solo trato de ayudar.

Las trampas que colocaron no durarían mucho, y los enemigos seguían en aumento, sin perder más el tiempo buscó algún switch tocando las paredes de metal del lugar para poder encontrar alguna puerta o pasadizo en ese pequeño pasillo, la idea de Jude es estúpida al criterio del omega pero tampoco tiene otra mejor lógica.

– ¡Apuren que no se cuanto tiempo mas logremos aguantar! – Sergio tenía algunos rasguños por su cuerpo, estaba recibiendo casi todos los impactos junto con Milo.

Colocándose una especie de guantes eléctricos comenzó a recorrer el piso, enviando pequeños choques alterando la estructura del lugar hasta que bloques de metal se comenzaban a mover.

– ¡Cuidado! – Minjo jaló al omega cuidándolo de una gran estructura que salía del suelo, con ello el radar empezó a sonar fuertemente, dentro de esa caja de metal seguramente estaban los ángeles.

– ¡Louis idiota acá estamos! – por más que gritaran al parecer no eran escuchados por el omega, ni nadie que esté del otro lado del muro, Javier golpeaba con la poca fuerza que tenía aquellos duros bloques.

– No importa cuánto lo intenten, no podrán abrir la caja y ustedes morirán asfixiados – Lazaro realmente sabía desesperarlos por medio de comentarios estúpidos, Yohn estaba listo para degollarlo pero solo era un cobarde quedándose detrás de la pantalla que desaparecía cada ciertos minutos.

Podían escuchar todo lo que hablaban del otro lado, y era patético el tener que esperar como si nada.

– ¡Javi! – el omega de alas blancas parecía marearse y perder el conocimiento, la falta del oxígeno del lugar era sofocante, aunque empezaba a hacer mucho frío, Yohn como pudo recostó al omega entre sus piernas y envolviendo con sus alas soltando pequeñas llamas para calentarlo, lamentablemente dependían de lo que pudieran lograr en el exterior.

– Hay presión baja de oxígeno dentro según el medidor de signos vitales, están intentando decirnos algo pero no se escucha, no entiendo como aíslan el sonido – el omega que se encontraba en la parte de afuera comenzó a colocar unas granadas prototipo para desactivar campos electromagnéticos, espera que al menos logre quitar la primera barrera de aislamiento.

Todos cubrieron sus cuerpos con sus alas al momento de la tenue explosión, todo fue envuelto en pequeñas estelas de corrientes hasta que lograron derribar uno de los muros.

La imagen delante de Louis lo dejó congelado, aquel ángel caído que casi lo llevó a la muerte estaba abrazando a su amigo, sentía como la ira se empezaba a apoderar de él preparándose para sacar un arma y dispararle a esa gran ángel que casi acabó con su vida quemando sus alas en caída libre.

– Esto no puede ser posible – Yohn observó directamente a los ojos del omega, está furioso con el iris plateado si supiera hacerlo lo estaría quemando con el fuego dorado, tardó un momento en procesar el porqué era observado así, su identidad no había sido revelada ante él – eres tú... ¿Yohn?... sabía que eras sospechoso de algo, como no me di cuenta antes de una amenaza como tú.

– Es obvio que soy Yohn – Louis se lanzó contra el alfa de alas negras, ni Milo, ni Sergio podían detenerlo y el resto no sabía como actuar pues ya habían conocido al Yohn albino – ¡vas a lastimar a Javier, no lo hagas!

Ciudad de ÁngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora